Con contundencia y rapidez, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina envió mensajes certeros, y de certeza, respecto al futuro inmediato de la administración pública estatal. El gabinete prevalece, salvo por la natural sustitución en la Secretaría de Gobernación, a donde llegó formalmente Julio Miguel Huerta Gómez, quien ya venía despechando como el verdadero titular. Sin embargo, varias sombras acechan al gobierno: por un lado, está una larga lista de quienes se asumen como enemigos del barbosismo y de todo lo que eso signifique, y por el otro: el reto de que la unidad se preserve firme, ante las adversidades y el tiempo.
Desde el pasado viernes, en su primera conferencia de prensa como mandatario poblano, Céspedes dejó en claro que no hay en puerta cambios en el equipo de trabajo que heredó de Miguel Barbosa Huerta.
Luego, tuvo actos durante ese día y todo el fin de semana.
Los mensajes fueron -son- varios y positivos.
La administración pública del estado de Puebla no se detiene.
Los servicios y la atención tampoco.
Aun con el duelo, la vida y las instituciones deben continuar.
Hay un respeto absoluto al legado y a la memoria de quien el gobernador llamó su “amigo y mentor”.
En el imaginario político local había la certeza de que Céspedes Peregrina se preparaba para ser la propuesta más firme de Barbosa Huerta para la sucesión, en 2024.
Pero, por la caprichosa vida, los tiempos se adelantaron.
Miguel Barbosa “confiaba en él. Se adelantaron los tiempos de cuidar su legado, querido Sergio. Tendrás mucho éxito, estoy segura”, escribió (y de paso: reveló) doña Rosario Orozco Caballero, esposa del mandatario fallecido, a modo de saludo a Sergio Salomón, tras su elección casi por unanimidad en el Poder Legislativo poblano.
A pesar de las insidias y los pataleos de quienes intentaron decidir por los poblanos, la legitimidad del nuevo gobernador es absoluta.
Nada pesan esos detractores viscerales que, cargados de odio, carecen además de argumentos reales.
Este domingo Céspedes Peregrina hizo un importante llamado con tres ejes en el mensaje en sus redes sociales:
1) Unidad de poblanas y poblanos.
2) Cuidar el legado de Barbosa Huerta.
3) Un respaldo al Congreso, a diputadas y diputados de todos los partidos, quienes -salvo el panista Rafael Micalco- no se doblaron ante las presiones, los chantajes y las amenazas de actores como Adán Augusto López, Ignacio Mier, Mario Delgado, Marko Cortés y un largo etcétera.
“Ante la adversidad, mantuvieron intacto el espíritu de la ley”, dijo sobre los legisladores poblanos de todos los partidos que con una votación de 38-1 lo eligieron como mandatario.
Esos mensajes dan calma en este nuevo rumbo, tras la tragedia.
Sin embargo, también debe haber en el horizonte la proyección de las decisiones personales que puedan asumirse.
En las horas previas a esa primera conferencia del viernes y el recorrido que ha hecho Céspedes Peregrina para visitar las dependencias y también el Poder Judicial, se rumoró de más cambios.
Por ejemplo, en la Secretaría del Trabajo, donde despacha Gabriel Biestro Medinilla.
La especie tenía fundamento en la animadversión añeja y pública de Biestro respecto de Céspedes.
No ha ocurrido.
Quién sabe si ocurrirá.
También se pensó que María Teresa Castro Corro, titular de Finanzas, dejaría el cargo por decisión propia.
El mensaje que dio en la sede del Congreso, al presentar el Cuarto Informe de Barbosa, de “cerrar ciclos”, con voz nostálgica, llevó a esa conclusión.
Pero tampoco ha sucedido y quién sabe si sucederá.
También hay la natural percepción de que Céspedes Peregrina debe traer a “los suyos” a su equipo.
A su gente de confianza.
En las últimas horas trascendió que el ex diputado local y ex alcalde de Acatzingo, Javier Aquino, puede llegar a la Secretaría Particular.
Ya realizaba esas funciones, además de operación, en el Congreso con él.
Las especulaciones serán muchas.
Seguirán.
Algunas serán sembradas.
Algunas falsas.
Otras justificadas.
Eso sí, inequívocamente, la unidad es hoy el reto de los herededos de Miguel Barbosa Huerta.