Margaret Zoila Domínguez Rodríguez es una mujer de excepción. Se trata de la única poblana que trabaja en la NASA, en donde participa en proyectos que buscan entender la creación del universo. La pequeña de Tecamachalco, Puebla, quien gustaba de los bailes regionales en la primaria y la secundaria, hoy, como mujer y con postgrado por la Universidad de Arizona, analiza la formación de las primeras galaxias. Este 24 de noviembre recibirá un merecido reconocimiento en el Congreso del Estado.
La historia de Margaret, lo ha dicho ella misma en entrevistas, puede ser la de cualquier otra niña o jovencita de Puebla o de México, si se camina con pasos firmes, con la mira en un futuro que parecería solamente alcanzable en sueños, pero que se toca gracias al esfuerzo.
Su formación académica inicial se desarrolló en su natal Tecamachalco, un municipio hoy tan señalado por hechos negativos, que se olvidan los casos positivos y extraordinarios como el de ella.
Allá cursó hasta la preparatoria.
Era una niña como muchas, con sueños, con muñecas, con tardes dominicales en familia, una por cierto muy grande y de estirpe de mujeres fuertes, “las Domínguez”.
Los bailes regionales estuvieron siempre en su interés pueril.
Le gustaba mucho participar y lo disfrutaba mucho.
La vistosidad de los trajes le encendía los ojos de alegría.
La científica que hoy participa en proyectos tan complejos como los telescopios espaciales Nancy Grace Roman y el James Webb Space Telescope, en el Centro de Aviación Espacial Goddard (GSFC por sus siglas en inglés), salió de su entonces pequeña población, sólo hasta que debió estudiar la educación superior.
Se graduó en la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) en la licenciatura en Física.
Aunque siempre en contacto con la ciudad de Puebla, que queda apenas a hora y media de “Teca”, Margaret Domínguez Rodríguez dejó hasta entonces completamente su población de origen.
Comenzó así un camino profesional, que ha sido de mucho esfuerzo y que la llevó hasta la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos, NASA (por sus siglas en inglés).
Mientras cursaba la licenciatura en la UDLAP, fue elegida para un intercambio internacional en la Universidad McGill en Montreal, Canadá.
Volvió a México en 2008 y organizó, junto con la Sociedad de Física de la UDLAP, el Segundo Congreso Nacional Universitario de Física.
Asistió el doctor Jonathan P. Gardner, del Centro de Aviación Espacial Goddard (GSFC), quien fue la inspiración definitiva para ella.
El científico la motivó para aplicar para una estancia profesional de verano en la NASA.
El Centro de Vuelo Espacial Goddard (CVEG) o Goddard Space Flight Center (GSFC), con sede en Greenbelt, Maryland -a unos 30 minutos de Washington D.C.-, es un laboratorio de investigación de la NASA.
En éste, los científicos e ingenieros están dedicados a expandir el conocimiento de la Tierra, el Sistema Solar y el universo, a través de la observación del espacio exterior.
La joven científica decidió seguir la sugerencia y fue aceptada el verano de ese mismo año en el Departamento de Óptica, específicamente en el grupo de ensamblaje, integración y metrología.
Más tarde, le notificaron que había sido aceptada para el trabajo.
El postgrado lo cursó Margaret Zoila en la Universidad de Arizona, con una beca completa.
En 2013, concluyó su programa de maestría e inició el proceso para el doctorado, gracias a la investigación en el GSFC de la NASA.
El próximo jueves 24 de noviembre a las 10:00 horas, será recibida en el Congreso del Estado de Puebla.
Reconocerá su trayectoria y la importancia de sus aportaciones, como poblana distinguida.
Han pasado unas tres décadas de que la niña Margaret jugaba y bailaba en una primaria de Tecamachalco.
Ahora, escudriña el espacio exterior en busca de los orígenes del universo.
Hay metas que nacen de los sueños.