Con un proyecto que busca sanar deficiencias acumuladas a lo largo de varias décadas, que enfrentará inercias, resistencias y mafias añejas, el Ayuntamiento de Puebla se ha echado sobre la espalda el enorme reto de reorganizar la vida urbana de la capital del estado.
Reordenamiento vehicular, instalación de parquímetros virtuales, reubicación del comercio informal, modernización y sustitución de luminarias y semáforos, están contemplados.
El plan de la administración de Eduardo Rivera Pérez contempla también la tarea titánica, que han desdeñado, no han querido hacer por corrupción o han temido realizar anteriores gobiernos: la reconfiguración del comercio informal.
Por cierto, éste arrancó muy temprano este 28 de febrero, con el despliegue del Operativo C-10, en las principales calles del Centro Histórico.
Con éste, la Secretaría de Gobernación Municipal, con la Secretaría de Seguridad Ciudadana municipal y con la coordinación con el Gobierno del Estado de Puebla, realizó la recuperación de las vías públicas.
Quedó limpio de ambulantes el primer cuadro y se impide, desde este lunes, su instalación.
Los comerciantes formales aplaudieron la medida.
El operativo busca, de acuerdo con el parte oficial, “brindar orden y seguridad en las calles que conforman el primer cuadro de la capital poblana”.
Este lunes también, se realizó la presentación de este planteamiento integral para la ciudad, en el que también está incluida la instalación de parquímetros virtuales, sin duda, la medida más polémica.
Será en el Centro Histórico.
Comprende cuatro mil 638 cajones.
El costo es de cinco pesos por hora, aunque solamente a partir de la segunda y tercera.
La primera es gratis.
Mientras que, para la cuarta, la tarifa será de 10 pesos.
Como contraprestación, los usuarios tendrán un seguro para sus vehículos.
Será contra robo total y daños hasta por cinco mil pesos, con un deducible de 20 por ciento, que no pasará de mil pesos.
Una de las medidas, que tendrá que demostrar su eficiencia más allá de los buenos deseos y el beneficio de la duda, es que los “franeleros” serán contratados como supervisores.
(Más de una ceja se alzó cuando se anunció este asunto).
La medida, en general, es la que más resistencias anticipa que tendrá.
Los parquímetros, aunque estén en otras ciudades del estado, del país y del mundo, no gustan en ningún lugar a muchos ciudadanos.
No tiene buenas miradas tampoco desde otros niveles de gobierno.
Pero está en el paquete de esta estrategia integral, urgente y necesaria.
Por ejemplo, en las acciones sobre el mobiliario urbano, de gran beneficio, porque ayuda a combatir la inseguridad y mejoran la imagen urbana, es la sustitución y renovación de luminarias.
Se buscará instalar luminarias leds.
Según se informó, en el acto en que estuvo el presidente municipal y sus principales funcionarios, 80 por ciento de las luminarias está actualmente agonizando.
Es decir, tiene ese porcentaje ya solamente una vida útil de dos años, cuando mucho.
La sustitución de luminarias en la anterior administración fue deficiente.
Se les colocaron refacciones de 40 watts, que no proporcionan la iluminación correcta, por ejemplo.
De los semáforos, ni se diga.
Para ponerlo en términos coloquiales: hay de distintos modelos, antigüedad, capacidades y hasta colores.
La uniformidad será también una labor importante.
También su sincronización, pues no existe en la mayoría de las vialidades y eso complica sobremanera el tránsito diario.
Más a las horas pico.
Cuando la ciudad se convierte en el infierno que hemos vivido todos, al transitar en vehículo.
Tras la anarquía heredada por anteriores administraciones, en especial la de Claudia Rivera Vivanco, el reto es enorme.
Habrá que desearle suerte y eficiencia.
Pero también exigir resultados.