Arturo Luna Silva
Querido diario: te cuento que ayer Mario Marín tuvo un invitado especial en Casa Puebla.
Invitó a comer mole y chiles en nogada ni más ni menos que a Enrique Peña Nieto, el gobernador del estado de México.
La cita, tan privada como discretísima, se desahogó en estupendos términos.
El novio de “La Gaviota” vino a cabildear el nombramiento de Francisco Rojas como coordinador del PRI en San Lázaro y se llevó un okey de parte del hombre más poderoso en Puebla.
Como sabes, Rojas es un sujeto cercanísimo a Carlos Salinas de Gortari.
Apunta, pues, como factor en la sucesión 2010 de Puebla al “villano favorito”.
A ése que no se ve pero se siente.
Y al propio Peña Nieto, que viene agrupando a los gobernadores del PRI –a quienes les ofrece el oro y el moro- con tal de que el salinismo y el grupo Atlacomulco regresen a Los Pinos.
Obviamente Marín es parte del juego.
Y Puebla punto estratégico.
Hoy más que nunca, la decisión sobre el candidato del tricolor a la gubernatura pasa por el tamiz nacional.
Provecho.
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También te cuento, amadísimo cómplice, que Javier López Zavala se reunió hace unos días en Xalapa, Veracruz, con Rodrigo Medina, el jovencísimo gobernador electo de Nuevo León.
El “delfín” también nada en aguas del gran océano nacional, codeándose con quienes pudiesen formar parte de una generación en el poder.
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También debes saber, querido diario, que el próximo sábado Rafael Moreno Valle será chambelán de 110 quinceañeras.
Toño Vázquez, su operador en Teziutlán, tiene todo listo para que el senador luzca -y se luzca- ante una audiencia generosa.
Habrá vino y rosas.
Vals y festejo.
Y es que son tiempos de sucesión, tiempos de campaña.
Y como decía el filósofo: en la guerra, y en el amor, todo, todo se vale.
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¿Ya te invitaron?
No olvides llevar regalo a la fiesta de cumpleaños de Doger Guerrero, Enrique.
El mitin, perdón, el festejo se prevé enormeee.
Vamos a ver si es cierto.
Dice que invitó a Mario Marín.
Y a López Zavala.
Y a Moreno Valle.
¿Acabará como el rosario de Amozoc?
Ya te busco –y te cuento-.
