El nuevo tono de las relaciones que el gobierno de Puebla y el gobernador Miguel Barbosa Huerta tendrán con los alcaldes, los otros poderes y los sectores sociales, quedó sellado en torno a la mesa, este miércoles, con el arranque formal de la temporada de Mole de Caderas, como el pretexto ideal.
En Tehuacán, región que es cuna del mandatario poblano -oriundo de San Sebastián Zinacatepec-, una lista muy plural de invitados dejó ver la ruta política que seguirá el barbosismo en los próximos tres años.
Lilia Cedillo Ramírez, la rectora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), fue de las principales invitadas de honor.
Por primera vez asistió a un acto del gobierno del estado la mujer que lidera la comunidad universitaria, con la mayor legitimidad que se recuerde para un nuevo rectorado.
Su presencia fue destacada por el gobernador en su discurso.
Estuvo también, en un acto fuera de la capital, pero con esta fuerte carga simbólica, el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, con su esposa Liliana Ortiz.
Asimismo, el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso local, Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
Los coordinadores parlamentarios del PRI, Jorge Estefan Chidiac, y del PAN, Eduardo Alcántara Montiel.
El fiscal general Gilberto Higuera Bernal y el presidente del Poder Judicial del estado, Héctor Sánchez Sánchez.
En una mesa, casi inadvertido, pero finalmente como ejemplo claro de esta pluralidad en las invitaciones, estaba el ex senador y ex candidato al gobierno del estado por el PAN, Francisco Fraile.
Una lista que es muestra de los nuevos tiempos que corren en una Puebla eternamente polarizada y convulsionada, inmersa en una continua lucha por el poder.
El gobernador fungió como anfitrión en su tierra, aunque exactamente es de un municipio que está poco más delante de Tehuacán.
Del gabinete, lo acompañaron muchas de sus secretarias y secretarios.
También empresarios y directivos de medios de comunicación.
Fue un festejo que se centró en el Mole de Caderas.
En el orgullo de la tierra y sus tradiciones.
Estuvieron representados en bailables los pueblos originarios de la región y sus costumbres.
Contento, sereno, a sus anchas, con sus enemigos exiliados, domados o en la lona, Barbosa Huerta llamó a recuperar la autenticidad del platillo.
Debe ser de chivo, no de borrego, advirtió.
Pero para darle sabor al caldo, también hubo mensaje político.
Muchos, en realidad.
El más importante, llevó también una carga de recomendación importante para los 217 alcaldes y alcaldesas que apenas hace cinco días comenzaron sus trienios.
El gobernador les pidió que formen bien su Plan Municipal de Desarrollo.
Que cuiden sus finanzas.
Que mantengan gobiernos ordenados.
Que no piensen en la reelección, sino que primero trabajen por ser buenos gobernantes.
Que primero le respondan a la gente.
Por si alguien pensaba hacer lo contrario.
Así pues el Huaxmole Político en Tehuacán, en pleno otoño.