No solamente Puebla capital, sino también San Pedro Cholula, San Andrés Cholula y Atlixco, cuatro de los principales municipios del estado, terminan abandonados, con pésimas gestiones de sus ayuntamientos, con la inseguridad notablemente al alza y sin nada que presumir en obras y acciones, en el trienio que concluye.
Camuflados en la pandemia, como pretexto para sus respectivas inacciones y fracasos, esos alcaldes y alcaldesas dejan sus ciudades y comunidades huérfanas de autoridad y de progreso, pero -eso sí- ellas y ellos se van con los bolsillos llenos.
Puebla capital, con la terrible gestión de Claudia Rivera Vivanco, quien se va en medio de escándalos y saqueo, termina como la peor administración del país.
En el ranking de alcaldes de la firma C&E Reserch, “Clau” acaba en el último lugar ¡de México!
Es la peor de los 57 principales municipios de la nación.
Pero San Pedro Cholula, con Luis Alberto Arriaga Lila, entrega también pésimas cuentas y es el penúltimo sitio de ese mismo análisis nacional.
La inseguridad es el peor saldo en la gestión de Arriaga.
Con base en datos de la Fiscalía General del Estado (FGE), se estima que se cometen en promedio 65 ilícitos diarios.
Muy distinto a como recibió la administración de este Pueblo Mágico de la zona conurbada.
Pareciera que el gobierno de Arriaga y el de “Clau” se pusieron de acuerdo y fueron de la mano en la desatención de sus responsabilidades.
De ahí que ellos dos compartan el sótano como los peores alcaldes del país, de acuerdo con C&E Reserch.
De eso no hizo mención, por supuesto, en su informe el alcalde saliente.
La autocrítica no es una cualidad que posea, de las muchas que de por sí no tiene.
En lugar de atender a los cholultecas, Arriaga trabajó para entregar la plaza a quien finalmente fue la triunfadora de la pasada elección en ese municipio, Paola Angon.
Con ella, todo parece indicar, Luis Alberto Arriaga selló un “pacto de impunidad”, así lo han denunciado en San Pedro grupos ciudadanos y políticos.
Para nadie es un secreto, y sobre ello hay hasta videos, de que le dio apoyo económico a la panista en su campaña.
De paso hay que decir que Angon busca meter a la administración que está por entrar en tres días a muchos morenovallistas, a través de su primo Jorge David Rosas Armijo.
Él fue particular de la difunta Martha Erika Alonso, además de que dejó muchos pendientes aún irresueltos, cuando ocupó la titularidad del Organismo Público Descentralizado (OPD) que administró la Ciudad Modelo de Audi.
Luego está San Andrés Cholula, con Karina Pérez Popoca, quien deja el municipio lleno de anhelos, los mismos o más de los que prometió atender y no cumplió, cuando hizo campaña hace tres años.
Los sanandreseños se quedan, posiblemente como nunca, decepcionados de su presidenta municipal, luego de la alta expectativa que los llevó a confiar en Karina.
Corruptelas aparte, la inseguridad también es el termómetro más claro para medir la mala calificación de la alcaldesa.
Desde su primer año, vinieron los problemas.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública (SENSP), en 2019, ya con un año de ejercicio, los delitos se dispararon 40 por ciento con su administración.
Ya en 2020, con la pandemia, el Ayuntamiento dijo que había logrado una disminución de 27 por ciento, pero sus datos no tienen a la vista respaldo de instituciones serias.
Se va Karina, quien también perdió su intento de reelección, con la cabeza baja, porque se perdió en sus pleitos internos partidistas y defraudó a sus ciudadanos.
Atlixco es también un municipio en el que sus habitantes quedaron muy decepcionados de su alcalde, el panista Guillermo Velázquez Gutiérrez.
Por eso lo despreciaron en las urnas y le impidieron un nuevo trienio.
Se esperaba que un ex presidente municipal como él, con experiencia también legislativa, diera buenos resultados.
Pero no.
Un gobierno de pesadilla, de ocurrencias, de bandazos y de contradicciones, el suyo.
En el colmo de la ignorancia, en una entrevista en abril de este año, Guillermo Velázquez dijo que “el aumento de turismo en Atlixco disparó la delincuencia”.
No, el turismo es de beneficio para el municipio entero.
Así debe entenderse. Así debe recibirse.
No debe ser culpable de una tarea que al municipio le tocaba resolver.
Con razón perdió la elección.
La calificación contundente de los y las atlixquenses la recibió en las urnas: fue rechazado contundentemente y ahora se irá por la puerta trasera.
Más de 22 puntos de diferencia con su contrincante de Morena, Ariadna Ayala Camarillo, quien ahora tiene la obligación de cumplir con las expectativas de los ciudadanos.
Esos son cuatro de los municipios más importantes del estado, que requieren trabajo, compromiso, inteligencia y talento de sus autoridades.
Pero de todo eso se quedaron huérfanos.
Tres años de fracasos, tres años perdidos, literalmente.