Con su vocación de guerreros, los poblanos que viven en Estados Unidos y que se calcula superan los 2.3 millones, han soportado la pandemia, con su duelo y sus graves consecuencias, pero sin dejar de apoyar a sus familias en el estado.
Las cifras de remesas que siguen llegando de manera vital, para la economía de cientos de miles de familias, y los datos de movilidad, demuestran que han seguido allá y acá, firmes y al pie del cañón.
Estamos con mucha fortuna por llegar al mes completo sin reporte de fallecimientos de paisanos por COVID-19 en Estados Unidos.
La mayoría de los 695 decesos de poblanos y poblanas -registrados hasta el pasado 25 de junio- han sido en la zona triestatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, por la lógica demográfica.
Allá, alrededor de la Gran Manzana, está la concentración de poblanos más grande del mundo, después de nuestro mismo estado.
El Consulado General de México en Nueva York los estima en 960 mil.
Muchos de ellos son oficialmente binacionales, es decir, son de nacionalidad mexicana y estadounidense, pues llegaron antes de la llamada Amnistía Reagan de noviembre de 1986, que les permitió la regularización y luego la naturalización.
Otros han nacido allá, pero sus raíces están en México y en Puebla, principalmente en alguno de los 65 municipios poblanos que más migrantes expulsan.
La Mixteca y su amplio territorio, que abarca la tercera parte de la entidad, en primer lugar.
Y decimos que, a pesar de las muertes, todas ellas una tragedia, de los poblanos en la Unión Americana, hay cifras que nos pueden mostrar su relativa estabilidad, en EU.
La primera es que las remesas no solamente no han caído en el último año, el de la pandemia, sino que incluso han crecido.
El Banco de México (Banxico) reportó que, en relación con 2019, el año pasado las remesas registraron un incremento de 5.1 por ciento.
En el dato que se corrobora en el Anuario de Migración y Remesas México 2021, establece que el año pasado llegaron a Puebla mil 873 millones de dólares, lo que, tomando como base el precio de 21 pesos por dólar, equivale a 39 mil 333 millones de pesos.
Es un aumento de 91 millones de dólares más que en 2019.
Esto tiene una explicación central:
A pesar de que, durante los días más aciagos de la pandemia, escaseó el trabajo o muchos paisanos no pudieron laborar por contagio, la ayuda que dio la administración de Donald Trump, que alcanzaba hasta mil 300 dólares por persona, incluidos los indocumentados, les ayudó a no dejar de mandar dinero a casa.
Queda aquí, sin duda, el dicho aquel de “nadie sabe para quien trabaja”.
Eso también permitió que muchos hogares de Puebla y México, en el balance total de paisanos en Estados Unidos, pudieran paliar la crisis de la pandemia.
Un dato relevante más de este Anuario es que se calcula que, en el último lustro, en Puebla aumentaron 14.6 por ciento el número de familias las que dependen de las remesas.
Y es que, a pesar de muros, pandemias y persecuciones, la migración sigue.
Eso quedó demostrado en que, durante el año pasado, el gobierno de Estados Unidos repatrió a 10 mil 526 poblanos.
La cifra es similar a antes de la pandemia:
En 2019, 12 mil 294 poblanos; en 2018, 11 mil 323; en 2017, 8 mil 257; en 2016, 11 811; y en 2015, 11 mil 172.
Los poblanos y su ancestral vocación migrante siguen… a pesar de todo.