En Zacatlán, municipio que es perla de la Sierra Norte Poblana, tanto por su belleza como por su importancia económica y electoral, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), con su candidato, el ex panista y ex presidente municipal (2005-2008), Raúl Hernández Quintero, han configurado la tormenta perfecta que pareciera encaminarlos a un inminente naufragio.
Por distintos frentes se ven conflictos irreconciliables y casi todos son atribuibles al abanderado.
A pesar de que Hernández tiene algún nivel de aceptación, ha sido incapaz de generar unidad.
Incluso en su propio partido y en su propia planilla de aspirantes a regidores, él es factor de disenso.
Aunque el hoy candidato morenista y también del Partido del Trabajo (PT) tuvo tiempo para desplegar una eficiente “operación cicatriz” con los muchos inconformes con su postulación, pareciera que se propuso exacerbar los ánimos.
Dejó crecer las inconformidades.
Las ignoró.
Esto le ha acarreado que sus propios aliados no hagan campaña a su lado.
Que en sus recorridos diarios, el más reciente en la comunidad de Jicolapa, no haya superado el par de docenas de personas, para exponer sus propuestas.
Que en sus visitas al mercado de la cabecera, por ejemplo, vaya casi en solitario.
La división de los militantes -formales y los de convicción- lopezobradoristas es evidente, por su causa.
No exageran quienes afirman que “se ha comenzado a desfondar Morena en Zacatlán”.
Pero las inconformidades por su postulación, por muchos motivos y por su pasado panista, no son solamente dichos de boca en boca.
Tampoco quedan únicamente reflejados en su solitaria campaña.
Principalmente están documentados en una cascada de impugnaciones ante el Instituto Electoral del Estado (IEE).
El rechazo es tan señalado, que grupos fundadores del morenismo zacateco le han dado la espalda al ingeniero civil que busca por segunda vez gobernar Zacatlán.
Una muestra escandalosa, es que el candidato de Morena en la pasada elección, Yibran Farjat Mourad, aceptó ir como suplente de José Luis Márquez, en la planilla de la coalición Va X Puebla.
Y con él, se fue un buen número de morenistas.
De ese tamaño es el hoyo electoral que ha creado el candidato morenista.
Otros actores de la política regional, quienes, a pesar de tener méritos, se vieron orillados, lo impugnaron.
Así ha ocurrido por el dudoso proceso interno de Morena, por la aparentemente desaseada conformación de la planilla y por la candidatura misma.
Los quejosos han sido, en ese terreno y ante el IEE de Puebla: Miguel Martínez Vázquez, Jazmín González Encinas y Moisés Márquez Hernández.
La candidatura de Hernández en Zacatlán es un laberinto de impugnaciones, inconformidades, disensos, divisiones y expectativas defraudadas.
Muchos ingredientes que conforman un pésimo escenario para Morena.
Una tormenta perfecta.
Con amago de naufragio.