Con entusiasmo pero también con muchas dudas, los poblanos indocumentados que viven en Estados Unidos han recibido el anuncio de que una propuesta de reforma migratoria fue enviada al Capitolio desde la Casa Blanca, que ocupa ya desde este miércoles el demócrata Joe Biden.
Especialmente esa iniciativa tiene interés inmediato para los dreamers (soñadores) mexicanos y poblanos, quienes llegaron siendo muy niños y han permanecido con residencias irregulares todas sus vidas.
Sobre el total de poblanos en la Unión Americana, las estimaciones más sólidas, realizadas por varias instituciones, sitúan un número que ronda los 2.3 millones.
Casi un equivalente a la tercera parte de los más de 6 millones y medio que actualmente se calcula que vivimos en territorio del estado.
Por eso la reforma migratoria en ese país es vital para nosotros.
En lo social, en lo económico y en lo familiar.
En 2020 las remesas llegaron a México en una cifra récord de casi 40 mil millones de dólares.
A Puebla, cerca de 2 mil millones de dólares.
Nuestra entidad fluctúa siempre entre cuarto y quinto lugares de los estados que más expulsan compatriotas.
Muchos poblanos de aquí no pueden contar sus historias familiares, desde hace varias generaciones, sin contar también las de los poblanos de allá.
De ahí que sea una noticia extraordinaria que al menos 1.3 millones de poblanos, que se estima están indocumentados, puedan beneficiarse de la Reforma Biden.
Pero son los dreamers quienes tendrían resultados inmediatos.
Cuando el ex presidente Barack Obama implemento el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés, Deferred Action for Childhood Arrivals), en junio de 2012, benefició a 700 mil dreamers de distintas nacionalidades.
Esa condición los protegía de una deportación, aunque no les daba la ciudadanía.
De esos soñadores, los mismos líderes calculan que 50 mil son poblanos.
Esa cifra no pudo crecer más, porque con la llegada de Donald Trump se comenzaron a limitar y quitar beneficios, como el que pudieran viajar fuera del país o conseguir trabajos.
Literalmente, les cortaron las alas.
Con la reforma, les podrían ser devueltas.
Esta “Ley de Ciudadanía de 2021” plantea dar un estatus legal temporario a los indocumentados y abrir una ruta de cinco años hacia su ciudadanía.
Específicamente en el caso de los dreamers es más audaz.
Propone otorgarles inmediatamente la residencia legal permanente a los beneficiarios del DACA.
Esta media también aplicaría para quienes tienen el Estatus de Protección Temporal (TPS).
Desde ese nuevo lugar, la ciudadanía estará a tiro de piedra para esos dreamers.
Los 50 mil poblanos, más lo que puedan sumarse, una vez que se empiecen a recibir nuevas aplicaciones al DACA.
Es un gran tema.
Pero no se puede cantar victoria, porque los republicanos del Congreso estadounidense y algunos otros demócratas antiinmigrantes, que también los hay, pueden decirle “no” a Biden.
Los siguientes meses veremos si los dreamers pueden volver a volar.