Desde junio de 2019, la Fiscalía General de la República (FGR) tenía localizado en Líbano a Kamel Nacif Borge, pero quiso vender hace unos días la noticia como nueva, apostando a la desmemoria histórica de algunos medios y a la distracción de los ciudadanos, con intenciones claramente electoreras.
Además, ofreció el “sensacional bombazo” de que solicitaría su extradición.
Cartucho de salva, por partida doble.
Quiso acrecentar su narrativa de combate a la corrupción, el fin de los intocables y la atención de los casos pendientes.
Todo muy encuadrado en el discurso de la Cuarta Transformación (4T).
Sobre el empresario textilero pesa una orden de aprehensión, por su participación en la tortura de la periodista Lydia Cacho, en diciembre de 2005.
La intención de la dependencia que encabeza el lopezobradorista Alejandro Gertz Manero está tan a la vista, que resulta una ofensa al sentido común.
Lo único que consiguió la FGR con esta supuesta “relevación” fue evidenciar que, a más de un año, no ha conseguido la aprehensión del tristemente célebre personaje.
También, que la autora de Los Demonios del Edén los exhibiera al fiscal y a su equipo como “mentirosos” e ineficientes.
De violar también el sigilo del caso.
En un tuit del mediodía del 11 de julio, nos recordó que fue ella, y no la Fiscalía, quien localizó al empresario, quien ofreció en aquellos años, como premio por el favorcito de apresar a la escritora, dos botellas de coñac al gobernador poblano Mario Marín.
En este espacio, le informé del caso de la localización de Kamel y otros datos sobre el tema, el 23 de junio del año pasado.
Esa entrega de Garganta Profunda se tituló “De la extradición de Kamel Nacif y la ‘red’ que protege a Mario Marín, El ‘Góber Precioso’”.
https://www.pueblaonline.com.mx/garganta_prof/?p=11782#.XwuTkShKjIV
Ha quedado al desnudo la mentira y el lucro de la FGR.
¿Por qué ahora?
Porque hay una narrativa oficial de que no hay un “pacto de impunidad” entre el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, y el ex presidente Enrique Peña Nieto.
Que no hay priístas, ni su contexto, que tengan asegurada la impunidad.
Junto con las aprehensiones reales del ex gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, por autoridades de Estados Unidos, y del ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, en España, además de otros menores, la FGR parece que está urgida de aparentar que su cacería es más intensa.
Necesita trofeos suficientes, para generar la idea de éxito de la 4T.
De ese modo, el presidente López Obrador se fortalecerá.
¡Y vaya que lo necesita!
Y de inmediato.
Porque el arranque del proceso electoral será en dos meses.
Y su cada vez más baja popularidad no garantiza votos para su partido.
“Se busca”… una vitrina llena de peces gordos.