A cinco días de que rinda su informe de gobierno, la administración barbosista llega prácticamente sin mayores rasguños en la calificación que le otorgan los poblanos, en relación con el porcentaje que lo apoyó en las urnas el pasado 2 de junio. Eso que llaman “bono democrático” está prácticamente intacto. De acuerdo con el Ranking Mitofsky de noviembre, Miguel Barbosa tiene 40.1 por ciento de aprobación, en tanto que en la elección extraordinaria su triunfo se materializó con 44.5 por ciento de los sufragios. Es decir, la variación es pequeña y su ponderación ha resistido las impopulares, pero también inexorables, medidas que debió asumir, como el aumento del pasaje y los anuncios de que habrá reemplacamiento y nuevo tarjetón vehícular. Si con estas cifras se puede medir este efecto, al gobernador poblano no le va nada mal, hasta ahora.
Al cierre también de este 2019, que tan incierto comenzó en Puebla, con la buena evaluación del barbosismo, llega también un balance nacional favorable al Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
A unos días de comenzar 2020, año en que se inauguran oficialmente, en octubre, los procesos federal y estatal electorales, el morenismo se ve también fuerte, al menos en el papel.
De acuerdo con una encuesta telefónica del diario El Financiero, Morena ronda 36 puntos de preferencia entre los potenciales votantes, mientras el Partido Acción Nacional (PAN) está en 12 por ciento.
“Lo cual significa que por cada voto del blanquiazul, Morena se lleva tres”, resume el análisis que se publicó este lunes.
Sin embargo y a pesar de que, del todo, no son malas noticias para Morena, el partido del Presidente y del gobernador poblano ha perdido terreno de 2018 a la fecha.
La misma medición y sus comparativos, concluyen que ha sufrido, desde principios de año una caída de 10 puntos.
“Morena comenzó 2019 con niveles de apoyo que llegaban hasta 46 por ciento de las preferencias, pero el entusiasmo con el partido del Presidente ha bajado y su apoyo llegó a ubicarse en 32 por ciento en julio, mientras que hoy es de alrededor del 36 por ciento”, describe El Financiero.
La ventaja que conserva Morena es que la oposición no ha crecido, aunque sí los indecisos.
Estos números, lo mismo por separado que combinados, traen en general un buen cierre de año para el barbosismo y el morenismo.
Esto, a pesar de los presagios de quienes veían en las medidas socialmente impopulares y en el decaimiento de Morena en las preferencias, la posibilidad de debacles.
A la administración estatal parece haberle funcionado muy bien la cercanía con la gente.
Los martes ciudadanos que dejan la percepción de que es un gobierno accesible y atento a los poblanos.
Y eso se ha reflejado también en la medición de Consulta Mitofsky de Roy Campos: con 40.1 de aprobación, Barbosa es el tercero mejor de los siete gobernantes de Morena.
El poblano está solamente debajo de Rutilio Escandón de Chiapas y Claudia Sheinbaum de la Ciudad de México.
En este Ranking, en percepción económica, Puebla con Barbosa está en el lugar 12 de las 32 entidades federativas.
Somos como estado el 6 en el nivel de corrupción, considerando que es baja.
En el 16 en la evaluación de la “situación personal”.
El flanco flaco de Puebla, con el barbosismo y desde antes, es la seguridad, pues ocupamos el lugar 20 nacional.
Cierra así el año y llegan así las cifras a unos días del informe.
Y son números que merecen un profundo análisis.
Para bien, para la prevención y para la prospectiva.
A unos días de comenzar un año preelectoral.