Bien presente deberían tener los militantes de Morena en Puebla que actualmente poco hay que pelearse, como capital político seguro, en su partido; nada está escrito todavía para el próximo encuentro con las urnas. Lo que existe, en cambio, es mucho trabajo arduo por delante, para refrendar su primer lugar como fuerza estatal. Luego de la anulación de las elecciones de consejeros y de la dirigencia en la entidad, que determinó el TEPJF, debería escucharse fuerte el llamado a la unidad del operador del barbosismo, Eric Cotoñeto Carmona. Si se revisan los números que tiene el partido del Presidente en el estado en estos momentos, en realidad nada está ganado todavía y 2021 sigue lejos. Sin embargo, eso parecieran no tenerlo muy claro ni los llamados “puros”, ni los neomorenistas, quienes insisten en sus guerras intestinas.
La referencia aritmética es inevitable, para entender dónde está actualmente parado el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Si bien su candidato y hoy gobernador, Miguel Barbosa, triunfó en junio pasado con 44.67 por ciento de los votos, 682 mil 137 sufragios, alrededor de cinco por ciento de ese total lo aportaron los partidos con los que hizo alianza, del Trabajo (PT) y Verde Ecologista (PVEM).
Eso en las cifras identificables.
Sin embargo, hay que considerar, y así lo reconoció Barbosa en su momento, el voto que migró de otros institutos, como el Revolucionario Institucional (PRI) y, especialmente, el sufragio del campo, que lo ayudaron de manera importante a llegar a Casa Aguayo.
En Puebla y la zona conurbada, Morena fracasó estrepitosamente.
Sin duda es la primera fuerza política estatal, pero en las mediciones recientes, y desde los resultados del proceso extraordinario de este año, ha quedado en evidencia que el Partido Acción Nacional (PAN) le pisa los talones.
Va muy de cerca.
Si hoy fueran las elecciones, la capital, que concentra cerca de 33 por ciento de los votos de toda la entidad, se pintaría de albiazul.
Morena no solamente tiene una proyección elector al frágil, sino que también arrastra otros lastres.
A pesar de estar en los poderes estatal y federal, no ha generado en Puebla cuadros competitivos propios.
Sigue dependiendo de personajes que antes fueron priístas, perredistas o de otras filiaciones, para presentarse con oportunidad ante las urnas.
Encima, como marca enfrenta un precoz desgaste en la clase media, que dio el triunfo a Andrés Manuel López Obrador en 2018.
Esa que hizo el 6 de 6 en las boletas, como lo pidió el tabasqueño.
De ahí que suene oportuno y consecuente el llamado a la unidad y la congruencia que hizo Eric Cotoñeto.
Él, quien ganó para el barbosismo la mayoría de las posiciones en la elección de consejeros, que fue anulada este miércoles por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), por las graves anomalías en el padrón de militantes morenistas.
Dijo el ex diputado local que “no pretendemos desplazar a ningún morenista y tampoco ser factor de división”.
“No venimos arrebatar nada a nadie. Vamos a ser muy respetuosos de lo que decida la base de Morena”, señaló en entrevista Cotoñeto.
Los morenistas “puros” deberían entender que, a pesar de haber nacido a la política sin el pecado original de venir de otro partido, pocos de ellos y ellas entusiasman en las urnas.
Apenas un puñado es conocido y casi ninguno tiene tablas como candidato.
Visto así, la pregunta es obligada:
¿Qué tanto pelean?
No hay botín, sino más bien retos.
LASTIRI Y LAS DUDAS
Luego de que Noticieros Televisa Puebla informó en exclusiva que la Fiscalía General de la República (FGR) no arrestó al ex subsecretario de Sedatu y Sedesol, el poblano Juan Carlos Lastiri, y que incluso no hay orden de aprehensión en su contra, las dudas y las hipótesis inevitablemente surgen en cascada.
¿Dónde está?
¿Quién lo tiene en realidad?
¿Quiénes integraban el grupo armado que lo capturó la mañana del miércoles en Zacatlán?
¿Realmente fue “levantado”?
Las especulaciones han ido incluso a suponer que se trata de un autosecuestro.
Pero un dato que dio la FGR es muy importante: no hay orden de aprehensión en su contra por su presunta responsabilidad en la llamada Estafa Maestra.
Por lo pronto, su familia vive horas de mucha incertidumbre.
Posiblemente, por su seguridad han dejado ya el estado y algunos de sus miembros el país.
Urgen certezas para acabar con las suposiciones.
Juan Carlos Lastiri no está detenido, aclara la Fiscalía General de la República @FGRMexico; la esposa del ex subsecretario de la Sedatu dice que sigue sin saber su paradero. Ya lo buscó en la cárcel pero no está ahí.
Vean esta nota de @NTelevisaPuebla @TelevisaPuebla pic.twitter.com/XCAiKrHz8y— Arturo Luna Silva (@ALunaSilva) October 31, 2019
CAMPO, PRIORIDAD DEL BARBOSISMO
El anuncio que este miércoles hizo el gobernador Miguel Barbosa, de que se buscará un presupuesto de al menos 4 mil millones de pesos para el campo poblano en el Ejercicio Fiscal 2020, fue recibido con mucha esperanza entre los productores.
Principalmente, entre aquellos que fueron olvidados por el anterior régimen.
El anuncio que realizó el gobernador durante la firma de convenio de colaboración entre el Instituto Nacional de la Economía Social (Inaes), el Banco de Bienestar y el gobierno del estado, también fue visto por varios ojos como un sólido espaldarazo a la titular de la SDR, Ana Laura Altamirano Pérez.
Con ella, durante el acto, Barbosa intercambió varias veces impresiones, durante su discurso.
Sólo para el apunte: el anuncio de que se destinará esa cantidad al campo poblano, representa un incremento de casi 700 por ciento para los recursos de los que dispondrá la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR).