Como son las devastaciones, violentas y abruptas, los poblanos presenciamos el derrumbe de la oligarquía morenovallista, tal vez el grupo político más poderoso de la historia contemporánea del estado. A 30 días exactos este miércoles de la muerte de sus líderes, la gobernadora Martha Érika Alonso Hidalgo, y el senador Rafael Moreno Valle, y apenas a unas horas de fracasar en su intento de conservar la gubernatura interina, los panistas y la cúpula de este clan se han dinamitado entre sí. Es una masacre, y de consecuencias imprevisibles. Se lanzan hirientes acusaciones y se reparten culpas. Su disolución está anunciada. Marcelo García Almaguer, el ahora destituido coordinador de los diputados panistas locales, es el principal blanco, pero la presidenta estatal del PAN,Genoveva Huerta, tampoco sale bien librada. Menos el que cobra -pero no ejerce- como dirigente nacional del partido, Marko Cortés. Como agravante doloroso, está el reproche del hermano de la mandataria fallecida, Florentino: “entregaron en horas”, aquello por lo que ella luchó por tantos años.
Tras perder la titularidad del Ejecutivo y, casi como consecuencia inexorable, haber rendido la plaza, el morenovallismo colapsó.
En el inventario de los daños, la mayoría culpa a García Almaguer por no defender las cartas afines que se presentaron el lunes como propuestas para la interina.
Lo llaman a cuentas para que explique el razonamiento del voto de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) que se sumó al lopezobradorismo para ungir al priísta Guillermo Pacheco Pulido, carta también de Morena y en concreto del ex candidato Luis Miguel Barbosa -aunque con el visto bueno también de personajes como Manuel Bartlett y Mario Marín, entre muchos otros-.
La misma tarde de este martes, la más amarga del grupo de herederos de Martha y Rafael, fue destituido como jefe del grupo legislativo por la presidenta estatal panista, Genoveva Huerta Villegas, siguiendo indicaciones del CEN.
Estatutariamente le asiste la facultad.
La forma, revela su furia.
Fue por un tuit que deja ver la profunda ruptura que está en el fondo.
“He tomado la decisión de separar al Coordinador del Grupo Parlamentario del @GLPAN_Puebla. Le agradezco a @MgBranding su esfuerzo y trabajo. Próximamente realizaré las consultas partidarias para nombrar la nueva coordinación”.
Ya el Consejo Estatal está convocado este miércoles, para lo consecuente.
La respuesta de Marcelo García fue mesurada, pero adelantando la justificación:
“Agradezco la confianza a mi partido por permitirme servir como coordinador del @GLPAN_Puebla. Reitero nuestra decisión de votar a favor de Pacheco Pulido. El fin: garantizar gobernabilidad en el estado y cerrar el ciclo de polarización que ha permanecido por más de un año”.
En corto el otrora estratega de medios de Moreno Valle, dice que fue el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) quien llevó de principio a fin -y qué fin- la negociación con Gobernación.
Que a él le avisaron, apenas minutos antes de la sesión, que Almeida era una carta quemada, que no pasaba la aprobación presidencial.
Se ve como chivo expiatorio.
(En medio del fuego cruzado, el petista José Juan Espinosa ofreció solidaridad al panista: “En mi calidad de Presidente de la Mesa de @CongresoPue quiero hacer pública mi solidaridad con @MgBranding. La unanimidad entorno a @GPachecoPulido_ se logró tomando decisiones como mujeres y hombres de Estado, no arrebatos partidistas. Entiéndelo @MarkoCortes y @GenovevaHuerta”)
La jornada de disensos comenzó precisamente con un comunicado del CEN panista, con un reproche al gobierno federal y al Movimiento Regeneración Nacional (MORENA). Un reproche que más bien sonó a justificación ante la incapacidad de mantener a Puebla en manos del PAN.
La razón: incumplir el acuerdo que aseguró reiteradamente su presidente, Marko Cortés, que selló con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, para que el interino fuera de sus filas.
Faltó a la “tradición democrática” de que el interino fuera de la misma extracción, resume el texto.
Califica la designación final de un priísta como “una burla” de MORENA a la voluntad ciudadana.
También, como resorte de disputa, anuncia que revisará la actuación de sus diputados en este caso.
Contundente aviso que los desacredita.
“Por esta razón, la Dirigencia Nacional analizará en el transcurso de la semana, con sus diputados locales, su sentido del voto en el contexto en el que se dio el nombramiento del gobernador”.
El hermano de la mandataria fallecida, Florentino Alonso Hidalgo, quien sin oportunidad ni argumentos para solicitarlo, se apuntó como aspirante al interinato -todo un despropósito, por cierto-, enrareció, en dos tiempos, el ambiente que de sí ya estaba desbocado.
En un primer tuit tocó -a nombre de su familia- fibras dolorosas al referirse a la lucha de su hermana:
“La familia Alonso reprueba la actuación del coordinador @MgBranding y de la presidenta del @PANPUEBLA @GenovevaHuerta Entregaron en horas, aquello por lo que @MarthaErikaA luchó y logró con el esfuerzo de tantos años”.
Ya luego de conocer la destitución de García Almaguer y al calor de la disputa, también pidió la defenestración de Genoveva Huerta.
Vio la oportunidad y lanzó su posición.
La guerra intestina del PAN-morenovallismo está en un vaivén que no cesa.
Se anuncia largo y se prevé cruento.
(Por si fuera poco, como si fuese el último clavo en el ataúd, la noche de este martes se anunció que Fernando Manzanilla, el cuñado del fallecido Rafael Moreno Valle, fue nombrado secretario General de Gobierno y que otros connotados ex morenovallistas se alistan para subirse al barco de Pacheco Pulido).
El ex diputado Jesús Zaldívar argumentó, previo a este contexto, que es imperioso analizar la incapacidad de los diputados locales para defender sus propuestas para el interinato.
Les reclamó su “ausencia de estatura política”.
Su voz en la voz, legítima también, de cientos, miles de panistas que también asisten estupefactos al fin de un régimen que logró mantenerse en el poder durante casi 8 años, una hazaña que difícilmente va a repetirse en el estado.
La devastación llegó y sin retorno.
Está tan cerca la elección extraordinaria y tan lejos la posibilidad de acuerdos internos y la sanación de agravios.
No hay ninguna duda: con la definición del interinato para Guillermo Pacheco Pulido, el Presidente se cobró aquello que llamó el “antidemocrático” fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a favor de la desaparecida gobernadora panista.
Eso no se debe olvidar.
A 30 días de su muerte, la realidad es dramáticamente distinta en Puebla.
Y en efecto, Andrés Manuel López Obrador viene con todo por Puebla, con un Luis Miguel Barbosa Huerta muy, pero muy, fuerte, a la cabeza de un nuevo grupo hegemónico que ya tiene todo preparado para el golpe final: el asalto al poder.