Ahora volvemos con una recopilación de los 10 mejores juegos del año, de los últimos diez años. Y como es difícil elaborar esta lista, ya que cada uno de los miembros de la redacción tiene su propio criterio, hemos apostado por un "criterio objetivo". Recopilamos los 10 juegos del año (GOTY) según los premios The Game Awards, antes Spike Game Awards, en los que Hobbyconsolas forma parte del jurado.
Estos premios se eligen mediante una votación ponderada. Determinados medios especializados de todo el mundo determinan sus candidatos, y después los votan. Además se tiene en cuenta la votación de los usuarios, a través de Internet. ¿Y qué pasa con el mejor juego de 2019?
Como todavía no se ha celebrado la ceremonia The Game Awards 2019 en que se decide cuál será el juego del año, nosotros hemos adelantado un consejo de redacción, para decidir nuestro GOTY. Así se completa esta lista con los mejores juegos desde 2010 a 2019.
El mejor juego de 2010 (Spike Videogame Awards):
Red Dead Redemption
Algunas decisiones son más controvertidas que otras, pero imaginamos que poca gente podrá discutir que Red Dead Redemption, desarrollado por Rockstar, fue el mejor juego del año. Se trataba de un "sandbox" ambientado en el lejano Oeste y protagonizado por John Marston, un antiguo miembro de la banda de Dutch Van Der Linde, ahora al servicio de los federales.
La epopeya de John Marston es larga, intensa y, sobre todo, portentosamente real. Cuando apareció hace 10 años, no había un "sandbox" que reflejase la naturaleza del mismo modo. Y algunos momentos, como la entrada del forajido en Mexico, mientras escuchamos la banda sonora, se nos han quedado grabados en el corazón. Muchas de las mecánicas que después se han perfeccionado en la secuela, como la caza o los tiroteos con Dead Eye, surgieron en el GOTY de 2010.
El mejor juego de 2011 (Spike VGA):
Skyrim
Skyrim se desarrolla en la región helada del norte de Tamriel, y es un RPG inolvidable, que Bethesda ha trasladado a todas las plataformas. La continuación de The Elder Scrolls IV Oblivion revolucionó la saga (y el género) en muchos aspectos. Skyrim brillaba en muchos sentidos: en la historia y ambientación, en un sistema de progreso muy intuitivo, que hacía que mejorásemos en las habilidades que más utilizábamos, y en el modo en que estaban escritas, e integradas, las misiones secundarias, que nos implicaban con dos facciones en guerra -los capas de la tormenta y el imperio- y con un clan de sabios conocidos como los barbas grises.
Pero sobre todo, era un juego en que nos sentíamos libres para recorrer el mundo y embarcarnos en nuevas quests con personajes inolvidables. El sangre de dragón, la primera vez que gritamos Fus-ro-dah, o incluso las bromas que surgieron a raíz de "una flecha en la rodilla" han pasado a la historia del videojuego, junto a su gran banda sonora. Skyrim es uno de los mejores videojuegos de la década.
El mejor juego de 2012 (Spike VGA):
The Walking Dead
Quizá la presencia de Telltale Series The Walking Dead en esta lista haya supuesto una sorpresa para alguno de nuestros lectores. Una aventura gráfica, con diseños animados y basada en la serie de TV (a su vez, tomada de los comics) que se ha abierto un hueco entre otros géneros más convencionales, sobre todo los RPG y aventuras de acción. ¿Cómo es posible? Pues porque el estudio, hoy cerrado, dio con un estilo de juego innovador, que permitía sacarle partido a los personajes. Y ellos tenían a Clementine, que era uno de los mejores personajes que se han unido a este universo de "caminantes".
Las situaciones que nos hace vivir, las decisiones que nos obliga a tomar y el tono maduro y brillantemente expuesto de su argumento son los verdaderos culpables de su éxito. La mayor virtud es que consigue hacernos partícipes de las andanzas de Lee y la pequeña Clementine, hacernos creer que realmente tomamos decisiones que condicionan su futuro y sobre todo, haciéndonos vivir situaciones que pocas veces habíamos visto en un videojuego. Argumentos más que suficientes para que el primer gran éxito de Telltale se convirtiese en el GOTY de 2012.
El mejor juego de 2013 (Spike VGA):
GTA V
Bajo el planteamiento de un "sandbox" urbano, conocemos la historia de Michael, Franklin y Trevor. Son tres personajes marginales, retratados con maestría, que reflejan distintas caras de la delincuencia en esta versión virtual de Los Angeles, llamado Los Santos. Michael es un padre de familia que atraviesa una crisis de mediana edad (y familiar) que está muy inspirado en el personaje de Tony Soprano. Él nos ofrece una visión de la "clase alta" de la ciudad, que termina entrelazándose con dos delincuentes de poca monta. Franklin es un muchacho que quiere hacerse un nombre entre los delincuentes de South Central, y en este sentido, ocupa el papel "aspiracional" que tienen otros protagonistas de la saga (C.J. en GTA San Andreas o Niko Bellic en GTA IV) y por tanto, es el menos arriesgado de los tres.
Pero sin duda nuestro favorito en GTA V, el auténtico "alma" del juego es Trevor. Maniaco, bipolar, salvaje... capaz de protagonizar momentos tiernos y -la mayoría de las veces- de un humor muy negro. Se trata de un personaje único, con pinceladas de Walter White, que nos acompaña como nunca habíamos visto en un videojuego. Entre los tres son capaces de narrar el final del sueño americano.
Sus 69 misiones son sólo una pequeña parte de lo que ofrece el juego. Con una ciudad a nuestra disposición (y los condados circundantes) la cantidad de actividades disponibles es abrumadora: tenemos misiones de Extraños y locos, además de carreras (por tierra, mar y aire), saltos arobáticos, visitar bares de striptease o practicar deportes como tenis o golf. También podemos disfrutar de la programación de TV o sacar nuestro smartphone iFruit para hacer de fotógrafos. Pero aún hay algo más.
La diversión en GTA V se oculta en cada esquina, así que basta con salir a dar una vuelta por Los Santos para disfrutar con las locuras de sus habitantes, con cada anuncio o con los eventos aleatorios que pueden surgir en cada esquina.Es una obra de arte que retrata toda una generación. Rockstar North ha conseguido un juego inabarcable, lleno de detalles e increíblemente divertido, y por supuesto, también un prodigio técnico.
No sólo es uno de los 10 mejores juegos de la década, sino también el más vendido y jugado.
El mejor juego de 2014 (The Game Awards):
Dragon Age Inquisition
Bioware, creadores de otros grandísimos juegos de rol, como Mass Effect o Star Wars The Old Republic, nos llevó (por última vez hasta la fecha) a un mundo medieval fantástico, para disfrutar de un argumento complejo, un "lore" sencillamente espectacular y un sistema de combate profundo, que permitía un rango muy amplio de estilos de juego, gracias a la cámara táctica.
Dragon Age: Inquisition es una aventura completa, llena de posibilidades, con momentos realmente épicos en la historia (que nos lleva 50 horas completarla tranquilamente, aunque hay mucho, mucho más que hacer) y que ofrece una libertad de acción y exploración que nos ha enganchado como hacía mucho que un juego de rol no lo hacía. Era la perfección de la fórmula Origins, y un muy merecido GOTY de 2014.
El mejor juego de 2015 (The Game Awards):
The Witcher III Wild Hunt
El estudio polaco CD Projekt Red nos brindó un juego de rol de mundo abierto inspirado en las novelas de Andrzej Sapkowski y protagonizadas por el brujo Geralt de Rivia. El sistema de combate era un poco tosco (aunque fiel a lo que hemos leído... y pronto podremos ver en la serie de Netflix). Pero desde luego The Witcher III Wild Hunt da una lección magistral acerca de cómo se deben escribir las misiones secundarias en un juego, la integración de los diálogos y el retrato de unos personajes llenos de humanidad.
Es una ambientación adulta y oscura, que interpreta elementos del folclore centroeuropeo con un enfoque cínico e inconfundible. Y de hecho, esta tercera entrega supone el cierre de las aventuras del brujo Geralt de Rivia, que se enfrenta en esta ocasión a la Cacería Salvaje, un grupo de jinetes espectrales que persiguen a su hija adoptiva, Ciri. Pero no se trata sólo del rivio, sino de los personajes que le acompañan; su compañero Vesemir, su amigo Jaskier y sus dos intereses románticos: Yennefer de Vengerberg y Triss Merigold. Lo mismo ocurre con las decenas de secundarios que nos cruzamos en el camino, y con el desarrollo de cada una de las misiones -las principales y secundarias- que conforman este juego gigantesco.
El mejor juego de 2016 (The Game Awards):
Overwatch
Overwatch es un título centrado única y exclusivamente en el apartado multijugador online. En este sentido, debemos comentar que, aunque el juego cuenta con una historia de trasfondo, ésta no juega un papel real en las partidas ya que no hay campaña principal y Blizzard tampoco tiene intención de añadirla más adelante. Por tanto, en estos momentos, Overwatch sólo cuenta con la posibilidad de disputar partidas online por equipos de hasta seis jugadores en cada uno.
La IP de Blizzard nos "regala" 21 personajes tan diferentes entre sí que cambian por completo "las reglas de enfrentamiento", que a fin de cuentas es lo que se pide de un MOBA. Tanta es la diferencia entre jugar con uno u otro que el título puede parecer completamente distinto dependiendo del que manejemos. Además el aspecto técnico está muy cuidado y tanto en lo visual como en lo sonoro brilla a gran nivel. Y en el futuro Overwatch va a seguir creciendo en contenido, por lo que promete mejorar lo presente. Este "hero shooter" es uno de los mejores juegos de la década, y justo merecedor del GOTY 2016.
El mejor juego de 2017 (The Game Awards):
Legend of Zelda Breath of the Wild
Nintendo, en un ejercicio de maestría, lanzó al mercado un juego de mundo abierto que mandaba un mensaje muy claro: “nosotros fuimos los primeros en esto, y sabemos mejor que nadie cómo hacerlo”. Breath of the Wild llegó con el objetivo de redefinir el género, y aunque no está exento de fallos, lo cumple de forma triunfal. Es también el Zelda que pone punto y final a la fórmula clásica de “consigue tres gemas, hazte con la Espada Maestra, obtén la ayuda de los sabios y derrota a Ganon”. Sea navegando o surcando los cielos, manipulando el tiempo o transformándonos en lobo, este ha sido el esquema que las entregas principales han seguido desde A Link to the Past (1992, Super Nintendo).
Puede que no sea tan revolucionario como Ocarina of Time lo fue en su día, pero Breath of the Wild ha venido para redefinir por completo los juegos de mundo abierto y demostrarnos lo que significa realmente ser libres. Es un melodioso canto de cisne que despide a una consola... Y el cacareo del cuco al amanecer que da la bienvenida a otra. Jugar a Breath of the Wild es como volver a enamorarse de las aventuras, como iniciar partida en el primer The Legend of Zelda o como salir a la pradera de Hyrule tras abandonar el Bosque Kokiri. Es un sentimiento que habíamos olvidado por completo, sumido en un letargo que llega a su fin en el momento en que ponemos un pie en Hyrule.
El mejor juego de 2018 (The Game Awards):
God of War
Lo primero que debemos aplaudir es cómo se ha adaptado la saga a una nueva ambientación. El dios de la guerra griego es un extraño en Midgard (el mundo de los humanos de la mitología nórdica) y poco a poco va conociendo las "reglas" de este reino. El modo en que se introducen personajes legendarios y localizaciones, como el árbol del mundo Yggdrasil, el sabio Mimir o la serpiente Jorgmungander es perfecto; el jugador aprende al mismo tiempo que el propio Kratos.
Pero la historia bascula sobre otro arco argumental, a un nivel más bajo que la batalla entre los dioses. La relación entre Kratos y su hijo Atreus nos ofrece una perspectiva mucho más íntima y, en cierto modo, más emocionante. Ambos comienzan como extraños: el guerrero espartano se esfuerza por educarle en el combate y ganarse cierta empatía, mientras que Atreus se debate entre el amor hacia su padre y el rencor.
God of War nos ha dejado marcados. La experiencia de Kratos con su hijo nos brinda momentos de impacto dramático (tanto por el espectáculo que se ve en pantalla como por su significado), y es uno de los grandes títulos de la generación. En general, el sistema de combate, el cambio de ambientación y los nuevos personajes no han hecho sino mejorar una saga que ya estaba en el Olimpo de los juegos de acción.
El mejor juego de 2019 (Redacción de Hobbyconsolas):
Death Stranding
Os recordamos de que la elección del GOTY 2019 aún no se ha producido, de modo que hemos seleccionado el favorito de la redacción. Death Stranding es el último juego de Hideo Kojima, una obra muy ambiciosa que trata sobre reconectar en diferentes planos. Tanto en la existencia física (es decir, conectar las diferentes ciudades de los antiguos Estados Unidos) como conectar con el pasado o con la otra vida... además de conectar con otros jugadores en un arriesgado modo online.
En este caso, controlamos a Sam Porter Bridges (el personaje interpretado por Norman Reedus), un mensajero que se encarga de llevar cargas a través de los Estados Unidos, o lo que queda de ellos. Después del Death Stranding (una extinción masiva, comparable a la que acabó con los dinosaurios o a las glaciaciones), Norteamérica se ha convertido en un enorme páramo, salpicado por las ruinas de algunas ciudades y los refugios de unos cuantos supervivientes.
El gameplay de Death Stranding no para de crecer durante nuestra partida. Nuestra misión es llevar cargas de un lado para otro en un enorme mundo abierto, pero lo importante es cómo lo hacemos. En los primeros trayectos, tenemos que prestar mucha atención a la resistencia de Sam Porter. Cada bulto que nos cargamos a la espalda limita un poco nuestros movimientos, y además necesitamos llevar herramientas que nos faciliten el transporte, como cuerdas para la escalada o escaleras para tender entre dos puntos y sortear ríos o barrancos. Lo que debéis tener en cuenta es que todo influye en nuestra forma de movernos.
Su grandeza está en conseguir que caminar de un lado a otro (que en la mayoría de los juegos es una acción básica) se haya convertido en un elemento jugable y estratégico, y en ir añadiendo mecánicas sin parar durante las más de 40 horas de la historia principal. Si conseguimos entrar en su mundo, es una auténtica obra maestra que no se parece a ningún otro juego que hayamos probado.
Fuente: https://www.hobbyconsolas.com/reportajes/10-mejores-juegos-decada-2010-2019-538609