Con reclamo permanente por "justicia", poco más de un centenar de vecinos, amigos y compañeros de trabajo de Lolita y Toño, fueron despedidos esta tarde en el Panteón Municipal de Puebla.
Por la mañana se llevó a cabo una misa con los cuerpos presentes en la iglesia de Jesús Obrero, en la unidad habitacional de Amalucan, donde el martes pasado fueron asesinados madre e hijo por su vecino, un ex militar resentido por la ampliación de la vivienda de las víctimas, informa El Sol de Puebla.
Tras ser velados el jueves con música de mariachis, en el cortejo fúnebre de hoy los acompañó una banda, para finalmente dar sepultura a Dolores Ávila y José Antonio Sánchez Ávila.
Sus familiares exigieron la pronta captura del doble homicida, quien logró escapar tras disparar a quemarropa a sus vecinos este 9 de mayo, afuera de su casa.