El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, propuso otorgarle el “perdón” a los corruptos de las pasadas administraciones federales e iniciar su gobierno con un borrón y cuenta nueva.

“Es un perdón, así, un perdón. Es lo que se está planteando, decirle al pueblo de México: punto final, que se acabe la historia trágica, horrenda de corrupción e impunidad, que se acabe la política antipopular, entreguista y que comencemos una nueva historia”, propuso.

Dijo que no es bueno para el país “empantanarse” persiguiendo corruptos, porque no alcanzarían las cárceles. En ese sentido, el tabasqueño adelantó que todos los actos de corrupción que pudieran darse en la nueva administración que encabezará sí serán castigados.

“No apostemos a la persecución. Lo que he venido diciendo es que no es mi fuerte la venganza y que no creo que sea bueno para el país el que nos empantanemos en estar persiguiendo a presuntos corruptos”. Aseguró que la actual crisis de corrupción no se gestó el mes pasado o en el actual sexenio; “ya lleva tiempo, estamos hablando -como lo fue en el Porfiriato- de 36 años, donde se impuso la política neoliberal”.