Muy mal le fue al diputado electo de Morena José Juan Espinosa, durante la sesión ordinaria del Consejo General del Instituto Electoral del Estado, celebrada este martes, ya que la representante del PRI, Laura Torres hizo pública la denuncia que presentó en su contra por violencia política de género.
Y es que nadie olvida la actitud agresiva e irrespetuosa que tuvo el exalcalde cholulteca en las sesiones del IEE tras la pasada jornada electoral, pues además de insultar a la priista, durante sus intervenciones “denostó también de manera alevosa y denigrante a todos los miembros del Consejo”, según coincidieron las demás representaciones partidistas.
Espinosa Torres fue calificado de misógino, machista, barbaján, tipejo, golpeador, e incluso el vocero del PRD Enrique Rivera le dijo que se escuda tras las faldas de su mujer, la ahora Senadora Nancy de la Sierra, “y no quisiera imaginarme cómo es cuando ejerce violencia intrafamiliar”.
En su intervención, la Consejera Electoral Claudia Barbosa recordó que ya existe un antecedente en el país en el que un candidato ganador fue despojado del cargo por el Tribunal Federal, al catalogarlo como “candidato inelegible”, precisamente por haber cometido actos de violencia de género.
Los representantes de los demás partidos políticos mostraron solidaridad y apoyo hacia la priista Laura Torres, y la felicitaron por haber denunciado los hechos, en un acto de valentía y dignidad.
También consideraron establecer normas específicas en el Reglamento de Sesiones, para evitar incidentes como el ocurrido tras la jornada electoral donde Espinosa Torres llegó improvisadamente como representante del Partido del Trabajo.
Al término de la ronda de intervenciones en la acalorada sesión de ayer, el Presidente Consejero Jacinto Herrera felicitó a los miembros del Consejo por su profesionalismo y conducta siempre apegada a la ética.
(Hay que recordar que durante los cómputos supletorios celebrados en el IEE a principios de este mes, José Juan Espinosa le dijo a Laura Torres que tenía problemas sexuales y necesitaba un terapeuta, “porque se ve que está mal atendida”).