La apuesta de campaña de Luis Miguel Barbosa, candidato de Morena a gobernador de Puebla, es sumar al voto lopezobradorista a todos aquellos que se han sentido agraviados por el morenovallismo.

Si bien, el candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, no estuvo en el arranque de campaña de sus abanderados en Puebla, fue invocado en cada uno de los discursos y logró los vítores más sonados y sentidos en la jornada de este domingo.

En su arranque de campaña, Luis Miguel Barbosa veló armas contra la “Emperatriz Carlota” (Martha Erika Alonso de Moreno Valle). Las porras y aplausos con las que más hizo retumbar el Museo San Pedro fueron justamente las que iban contra la candidata del PAN: “Ya cayó, ya cayó, el monarca ya cayó”, “Qué tiene Miguel, que los morenovalle no pueden con él”, “Barbosa, Barbosa, acaba con Carlota”.

Cientos de morenistas levantaron los abrazos para “echar” a Carlota, sólo dos sentados en el presídium no se unieron a la seña: Fernando Manzanilla (concuño de Alonso) y Zeferino Martínez, líder del PT.

En el sitio del respetable público se mezclaron los legendarios lopezobradoristas, burócratas estatales y profesores despedidos durante el pasado sexenio, y operadores que el marinismo desplegó con su programa Unidos para Progresar.

En el templete también se mezclaron lopezobradoristas, marinistas y panistas desterrados (Mónica Lara, hoy candidata a diputada local).

Los ausentes entre el público: grupos de izquierda que históricamente habían apoyado a AMLO y quienes en la elección de 2010 se sumaron a la campaña de Rafael Moreno Valle.

Los ausentes en el templete: los activistas que hace más de una década picaron piedra para que hoy Morena sea un partido competitivo. Desplazados por los “nuevos talentos” (José Juan Espinosa, Nancy de la Sierra, Alejandro Armenta…) estaban entre el público organizando a sus contingentes. En una tarea muy distinta y distante a la de Emilio Maurer, candidato a diputado local por el distrito 11, quien llegó solo y apenas se integró al furor electoral.

Tras arengar contra el morenovallismo, Barbosa esbozó lo que sería su gobierno: integrar a poblanos en el gabinete, echar abajo la privatización del agua, la Ley Bala y los proyectos de muerte; devolver facultades de registro civil a las juntas auxiliares; reformar los esquemas de seguridad pública; e incentivar el desarrollo económico de la mano de la iniciativa privada nacional y extranjera.

Barbosa culminó así su acto de campaña: “al PRI y al PAN nos los vamos a chingar”.