Claudia Rivera, candidata de Morena a la presidencia municipal de Puebla, arrancó su campaña exhibiendo su debilidad.
Ella fue la encargada de presentar el proyecto que su partido tiene para las alcaldías; esto durante el inicio de campaña estatal realizado este domingo en el Museo San Pedro.
Tal vez ella más que Barbosa (el candidato a gobernador) está prendida de la figura de Andrés Manuel López Obrador: lejana a la exposición mediática y sin experiencia para la arenga, se desdibujó durante su discurso.
Mientras leía un texto académico sobre cómo deben ser los gobiernos municipales, repetía una y otra vez en tono de súplica: confíen en nosotros, confíen en mí.
El bullicio llegó a ser más fuerte que su voz y todos, incluidos, los del presídium dejaron de prestarle atención a los pocos minutos de que inició su lectura.
Dos tibios aplausos le lanzaron cuando habló contra la privatización del agua y sobre la libre determinación de los pueblos originarios.
Y por más que los lopezobradoristas la vitorearon: “¡presidenta!, ¡presidenta!”; en su rostro tenía tatuado: “confíen en mí”.