El empresario Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, salió a defender este lunes 16 el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), al que equiparó con el Canal de Panamá.
El magnate destacó la relevancia que el NAICM tendrá para “detonar el desarrollo” en toda la zona nororiental del Valle de México, debido a que “es una transformación mágica de esta área de la ciudad para hacer una región de vanguardia”.
Sin mencionarlo explícitamente en la primera parte de su larga conferencia de prensa, el propietario de Grupo Carso confrontó los argumentos en contra del proyecto del Nuevo Aeropuerto del candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, al señalar que sería más costosa la construcción de una nueva refinería o que el “proyecto alterno” en la base aérea de Santa Lucía no tendría los beneficios del aeropuerto en Texcoco.
A pregunta expresa del corresponsal de la agencia AP, Slim afirmó que López Obrador “no tendría por qué meterse. El es un candidato. Esta es una decisión que se tomó desde hace cinco o seis años; ahorita no veo por qué se discute, y lo único que veo es que debe analizarlo más a fondo con los efectos nacionales y en la Ciudad de México”.
“Me preocupa y me daría miedo que existieran criterios equivocados de inversión privada” en un proyecto alterno al actual AICM.
Slim también afirmó que el proyecto permitirá transportar a 60 millones de personas de inicio y, en 35 años, cerca de 125 millones. El aeropuerto de Santa Lucía, acotó, sólo transportaría entre 35 y 45 millones de personas y “sería obsoleto en 20 años”.
Cuestionado por Proceso sobre el problema hidrológico del Nuevo Aeropuerto, Slim admitió que el hundimiento “de todo el Valle de México es una bomba de tiempo”, pero negó que la construcción en el Vaso de Texcoco afecte más.
“El problema fundamental es la sobrexplotación del acuífero del Valle de México”, por eso Slim planteó varias veces un nuevo negocio para que exista inversión privada en la construcción de “lagunas de infiltración”, con el fin de aprovechar el agua pluvial y evitar el mayor hundimiento, como se hizo en el Centro Histórico de la Ciudad de México, experiencia largamente mencionada en la conferencia.
“Un nuevo Paseo de la Reforma”
Slim también propuso hacer “un nuevo Paseo de la Reforma” en los terrenos de la actual terminal aérea ubicada en la delegación Venustiano Carranza y reutilizar los 12 kilómetros con centros comerciales, hoteles y desarrollos inmobiliarios.
No sólo eso, también minimizó el impacto y el volumen de sus inversiones en el Nuevo Aeropuerto. Aclaró que su empresa constructora Operadora CICSA y la compañía española FCC –donde Carso tiene participación accionaria– apenas representan 8% de la inversión total.
El contrato más importante fue la construcción del edificio de la terminal, por 89 mil 873 millones de pesos, que ganaron ICA y Operadora CICSA.
En la construcción de la pista 3 participan CICSA, GIA+A, Prodemex y La Peninsular, con una oferta de 8 mil millones de pesos.
Inevitable, el tema de la presunta corrupción en los contratos del NAICM también estuvo presente en la conferencia.
“Les puedo asegurar que no hemos participado en ningún tipo de corrupción”, atajó Slim.
No todo fueron alabanzas al actual proyecto de infraestructura.
Slim insistió varias veces en que el NAICM debió haber sido una concesión a privados, como ocurre en las otras 35 terminales aéreas y que dependerá del gobierno lo que suceda.
“Por regla universal, la obra pública cuesta más y tarda más que la obra privada. Esto debería ser una concesión para financiarla con inversión privada y social”, insistió Slim, acompañado en la mesa por su vocero y yerno Arturo Elías Ayub.
En la sesión de preguntas y respuestas, Slim evadió comentar si aceptaría integrarse a un comité técnico de evaluación, como propuso López Obrador, y se concentró en documentar las bondades del proyecto.
“Detonará el desarrollo económico y social y el empleo en la zona con mayor población marginada del área y, por supuesto, del país”, afirmó.
“La discusión sobre el aeropuerto no debe ser si cuesta más uno u otro, porque no es un coche el que se está comprando”, sentenció.
Fuente: PROCESO