Bajo una enorme carpa blanca, medio gabinete, casi el pleno de la Corte, los jefes del Senado, Diego Fernández y hasta Manuel Granados del PRD, rindieron pleitesía al ex presidente Carlos Salinas.
En el jardín de la residencia de Carlos Salinas de Gortari tranquilamente se podía realizar una sesión de la Suprema Corte, o una divertida reunión de Gabinete, y tal vez hasta una reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
De la clase política tradicional, sólo faltó José Antonio Meade, aunque sí llegó su secretaria particular, Vanessa Rubio.
Los jefes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial se reunieron la noche del sábado para celebrar el cumpleaños número 70 del ex Presidente Carlos Salinas de Gortari.
En la residencia del político priista, ubicada al sur de la Ciudad de México, se dieron cita el Jefe del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto; el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Luis María Aguilar, y el jefe de facto del Senado y coordinador de legisladores del PRI, Emilio Gamboa.
También acudieron personajes como Rosario Robles, Secretaria de Desarrollo Territorial; el senador Carlos Romero Deschamps, dirigente del sindicato de Pemex; y Virgilio Andrade, ex titular de la Secretaría de la Función Pública.
En el encuentro nocturno, también se hizo presente Diego Fernández de Cevallos, asesor de cabecera del candidato frentista Ricardo Anaya, quien junto con Fernando Gómez Mont puso la cuota panista al convivio.
Aunque faltó el candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade, su jefa de Oficina, Vanessa Rubio, y el aspirante al Gobierno capitalino, Mikel Arriola, sí acudieron al encuentro.
Otro que llegó y se movía de mesa en mesa, según testigos, era Manuel Granados, actual dirigente del PRD. Obvio, también estaba el hermano mayor del ex presidente, Raúl Salinas.
Convocados a una cena informal para agasajar al ex Presidente -que cumplió años el pasado 3 de abril-, decenas de personajes de la política y la iniciativa privada se congregaron en el jardín de la residencia del festejado.
Sin corbata, apenas con saco o chamarra, los hombres; y con vestido informal, las mujeres, departieron debajo de una gran carpa, donde se instalaron bancos con mesas estilo periqueras y sillones cubiertos con terciopelo negro, adornados con almohadones forrados en seda.
El servicio fue contratado con la empresa Banquetes Kholman, uno de los proveedores favoritos de la Presidencia de la República.
En la celebración se sirvieron mariscos traídos desde Villa Unión, en Mazatlán, Sinaloa. El Gobernador sinaloense Quirino Ordaz Coppel puso la comida.
La trajo de la marisquería "El Cuchupetas", fundada por Manuel Sánchez Villalpando; las viandas con langostinos, camarones, pescado zarandeado, callo de hacha, ceviche y los famosos tacos Gobernador (camarón, queso Oaxaca y chile serrano), circularon por todos lados.
Por cierto, es el mismo proveedor de las fiestas que se hacen en la casa del candidato Meade.
Dos pasteles, uno de chocolate y otro de fresas con crema, junto con canastas de dulces mexicanos fueron colocados para que los comensales los disfrutaran tras la marisqueada.
El titular de Gobernación Alfonso Navarrete llegó puntual. Para acudir varios secretarios de Estado pidieron permiso. La respuesta que recibieron en Los Pinos fue que no tenían problema para asistir y que su jefe, el Presidente Peña, llegaría a las 21:30 horas.
Peña, efectivamente, llegó a esa hora en una camioneta Suburban. Fue solo, sin su esposa Angélica Rivera, aunque muchos otros sí acudieron acompañados de familiares.
En la puerta fue recibido por Salinas de Gortari y su esposa Ana Paula Gerard. Pasó al fondo de la residencia librando la gran biblioteca que tiene el ex Mandatario.
Peña saludó a la mayoría de los invitados mientras sonaba la música de un cuarteto de cuerdas de música moderna. Después vino la música lounge con un DJ con bajos decibeles para dar lugar a la plática.
Con el Ministro Aguilar estaban su colega Jorge María Pardo y Eduardo Medina Mora, viejo amigo de Salinas de Gortari. También Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Alberto Pérez Dayán. Hacían quórum judicial.
Del gabinete de Peña estuvieron presentes, además de Navarrete, el Secretario de Hacienda, José Antonio González; de Salud, José Narro; de Turismo, Enrique de la Madrid; de Economía, Ildefonso Guajardo, y el recién estrenado Secretario de Agricultura, Baltazar Hinojosa.
Como invitados a la recepción estuvieron los directores de Pemex, Carlos Treviño, y del Infonavit, David Penchyna.
Para beber hubo de todo: whisky, vodka, vinos tinto y blanco, cervezas y digestivos. Los vinos fueron mexicanos de la marca Balero de uvas de los Valles de Guadalupe y San Antonio de las Minas en Baja California.
Los grupos de plática se formaban y deshacían.
Mariano González, de Tlaxcala, y Carlos Lozano de Aguascalientes comandaban el de ex Gobernadores.
Alfredo del Mazo Maza, del Edomex, lideraba el de los Gobernadores en activo junto con Rolando Zapata Bello, de Yucatán; y Ordaz, de Sinaloa, entre otros.
Funcionarios leales a Carlos Salinas como José Carreño Carlón o Francisco Rojas también acudieron al encuentro, que culminó pasadas las 3:30 horas de este domingo.
Fuentes del tricolor informaron que, antes de la cena, el ex Presidente sostuvo otra reunión con algunos de los funcionarios que integraron su gabinete en el periodo 1988-1994.
Al festejo llegó Silvia Lemus, la viuda del escritor Carlos Fuentes, y empresarios como Alonso Ancira de Altos Hornos, Juan González, de Maseca y Rogelio Zambrano, de Cemex.
Aunque no había una disposición especial de mesas sí destacaba una como el centro de encuentro principal donde estaba el festejado junto al Presidente Peña. De ahí no se movió el Presidente de la Corte, Luis María Aguilar, ni Emilio Gamboa. Manlio Fabio Beltrones también se hizo presente ahí. Los secretarios de Estado rotaban su presencia aunque el más agasajado resultó Ildefonso Guajardo, quien recién regresaba de Washington y comentaba novedades de la negociación del TLC.
El Secretario de Turismo, Enrique de la Madrid recibió bromas de varios, pues no se movía de la mesa central. De plano le dijeron que permitiera que otros escucharan la plática.
"Fue una reunión de amigos", confió uno de los asistentes. Tan amigos que tuvieron la confianza de decirles ya sobre las 3:30 que se fueran enfriando porque el Licenciado Salinas tendría la mañana de este domingo un "recalentado de lo enfriado" con sus hijos, yernos, nueras y nietos.
Fuente: REFORMA