El pleito entre el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, y el gobierno federal se llevó al terreno por la disputa de la Presidencia de la República, luego de que en la Comisión Permanente, PRI y PVEM deslizaron la posibilidad de que la administración estatal esté financiando la campaña de Ricardo Anaya, e incluso acusaron a Corral de fungir como su vocero.
En tanto, el PRD salió en defensa del gobernador panista y a la par pidió a la CNDH que aplique el Protocolo de Estambul al exsecretario general adjunto del PRI nacional, Alejandro Gutiérrez, para demostrar que las acusaciones de tortura son falsas.
Mientras el PAN, que respaldó a su gobernador, dijo que detrás del pleito lo que existe es “una deuda del PRI con el exgobernador César Duarte” y por eso no lo han detenido.
Movimiento Ciudadano, quien va en alianza con PAN y PRD rumbo a la Presidencia de la República, pidió “no calentar” el proceso electoral federal ni involucrar el tema de las finanzas públicas. “Exhortamos a no enrarecer el ambiente electoral”, emplazó.
Más prudentes, y viendo desde la barrera el pleito entre gobierno federal y los partidos que integran Por México al Frente, Morena, PT, PES y Panal se limitaron a exponer que el jaloneo es sólo una muestra de que el dinero público (federal) es moneda de cambio para apaciguar a gobernadores, y que los programas sociales de los estados “son una gran caja negra” de recursos para apoyar procesos electorales.
Fuente: PROCESO