Y se dobló. Poco aguantó la presión mediática el juez Gabriel González Alegría, quien borracho agredió a un joven en un restaurante de la avenida Juárez, y en la primera audiencia pública ante el juez de control a cargo del caso, pidió -mediante su abogado- la suspensión del proceso y llegar a un acuerdo reparatorio de los daños con el joven afectado Christian Mayagoitia.

Ello luego de que un video difundido en redes sociales comprobó que González Alegría mintió al agente del Ministerio al asegurar que él no agredió primero.

Tras la audiencia, quedaron sin efecto las medidas decretadas contra Mayagoitia, a quien le habían fijado una garantía de 500 mil pesos y la obligación de firmar ante el juez cada semana, lo que se interpretó como un evidente tráfico de influencia alentado desde el poder Judicial de Puebla debido al estatus profesional del juez González Alegría.

En un inicio, este exigía el pago total de los daños, incluyendo la reconstrucción -en España- de la oreja que perdió durante la pelea surgida luego de que, ebrio, acosó y ofendió a una mujer en el restaurante "La Silla" de la avenida Juárez.