La noche del martes, cuando decenas de migrantes centroamericanos se disponían a descansar de su caminata, fueron sorprendidos en sus improvisados campamentos tendidos sobre las banquetas por empleados municipales de Huixtla, Chiapas, que los rociaron con fumigadores contra el dengue.
Unas horas antes de que dejaran el tercer pueblo mexicano en el que pernoctaron, los migrantes fueron sorprendidos por fumigadores de la Secretaría de Salud y protección civil, quienes fueron rociando de humo las banquetas donde dormían.
Ataviados con chalecos amarillos, los fumigadores recorrieron calles donde pernoctaban los migrantes en sus improvisadas tiendas de campaña y dirigían los rociadores hacia ellas y los migrantes.
La acción molestó a muchos hombres y mujeres jóvenes pues lees provocó ardor en los ojos, náuseas y tos al inhalar el humo que fue directamente echado a sus campamentos.
Algunos se quejaron de que no les dijeron para qué era el humo y por lo mismo no sabían si estaba bien o mal lo que estaban haciendo las autoridades.
Fuente: APRO