En Coahuila fueron localizados tres campos de concentración de jornaleros en el municipio de Matamoros. Los trabajadores eran explotados, pues no contaban con ninguna prestación de ley y laboraban en condiciones infrahumanas.
El hallazgo se logró gracias a la denuncia de tres hombres originarios de Chiapas, quienes acudieron a las autoridades.
En esos sitios, mujeres, hombres y niños se dedicaban a la pizca de tomate; tenían que con vivir en medio de malos olores y eran alimentados con comida que ya no servía.
Las personas vivían en un edificio de 3 pisos en condiciones insalubres, en medio de basura y desperdicio de comida.
Sus jornadas de trabajo comenzaban a las 07:30 horas y terminaban a las 6 de la tarde.
A cambio, recibían mil pesos a la semana, pero como cuota mínima debían juntar, al menos, 60 rejas al día.
Fuente: Uno TV