El cuerpo del niño James Martin Camacho Padilla– desaparecido desde el pasado 21 de enero– fue localizado en un campo algodonero del Valle de Juárez, en Chihuahua.

El hallazgo ocurrió la tarde de ayer en el cruce de las calles Riberas de las Barrancas y Ribera de las Piedras, en fraccionamiento Riberas del Bravo.

Apenas el 19 de febrero, las autoridades desactivaron la Alerta Ámber para localizar a James, de siete años y de nacionalidad estadounidense, argumentando que “se implementarán otras acciones de investigación”.

El cuerpo del menor se encontró en estado de descomposición, y aunque las autoridades manejaron el hallazgo con hermetismo, de forma extraoficial se supo que presentaba hematomas en un ojo y en la boca.

Una chamarra a cuadros cubría el cuerpo de James; él vestía pantalón de mezclilla azul desgastado y calcetines blancos, sin calzado.

La Fiscalía de Distrito Zona Norte dijo que, según el resultado de la necropsia de ley practicada por forenses, el menor murió por hipotermia– supuestamente al estar a la intemperie durante el invierno en la zona desértica contigua al Río Bravo– y que el cuerpo no presentaba signos de violencia.

Vecinos de Riberas del Bravo aseguraron a medios locales que, hasta el fin de semana pasado, el cuerpo del menor no estaba en este punto.

“El viernes estuvimos aquí y no estaba el cuerpo; puedo asegurar que el niño no estaba aquí”, dijo una vecina a El Diario de Juárez. Ella sostuvo que el cuerpo de James fue “sembrado” en el campo algodonero.

James Camacho, un menor con autismo, desapareció de su casa en Riveras del Bravo el 21 de enero, desde entonces las autoridades emprendieron una búsqueda por tierra, agua y aire; incluso, la Fiscalía del Estado ofreció una recompensa de 200 mil pesos para quien aportara datos que ayudaran a su localización.

Fuente: SIN EMBARGO