El titular de la Fiscalía General del estado (FGE), Xavier Olea Peláez, atribuyó al grupo criminal Los Ardillos la ejecución de los cinco artesanos de Veracruz, quienes desde el pasado el 25 de enero desaparecieron en Chilapa.

“De las investigaciones se desprende que (los cinco artesanos indígenas) fueron ejecutados por el grupo de Los Ardillos”, expresó Olea Pérez en una conferencia de prensa realizada en el puerto de Acapulco.

En Chilapa, dijo, Los Ardillos y Los Rojos mantienen una abierta confrontación por el trasiego y producción de heroína, pese a la presencia militar y policiaca en la zona.

De igual manera, informó que las investigaciones ministeriales han determinado que los últimos homicidios en Chilapa están relacionados con una carpintería y una vivienda utilizadas como “guarida” de Los Rojos.

“¿Qué pasa ahí? Seguramente es una guarida de los contrarios de Los Ardillos”, expresó. Sin embargo, no explicó la mecánica de los hechos para determinar la forma en que los cinco artesanos fueron privados de su libertad y posteriormente ejecutados.

“Lamentablemente la Fiscalía y el gobierno del estado sabemos cuál es la problemática en Chilapa y en Tixtla, pero no tenemos el personal suficiente para cuidar cada casa”, expresó para justificar la inoperancia gubernamental frente a la delincuencia.

Olea Peláez señaló que los familiares de las víctimas, en su mayoría mujeres humildes, llegaron a Chilpancingo esta mañana, procedentes del estado de Veracruz, y reconocieron los cuerpos desmembrados de los artesanos indígenas en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo).

Sostuvo que después de los trámites legales, los cuerpos serán entregados a sus familiares, quienes serán escoltados por agentes ministeriales hasta los límites del estado de Morelos.

Según datos de la fiscalía, Los Ardillos –banda presuntamente dirigida por los hermanos de Bernardo Ortega Jiménez, precandidato del PRD a diputado local– se encuentran afincados en el poblado de Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango, en la región Centro de la entidad.

Fuente: PROCESO