El coordinador de Investigación Científica e investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Gerardo Suárez Reynoso, resaltó que ante los sismos la sociedad mexicana debe aspirar, como en otros países, "a que no existan colapsos".
Durante la segunda edición de la mesa redonda "Desastres, más allá de la respuesta", que se realizó en Ciudad Universitaria, el experto recordó que en los últimos años Japón y Chile han experimentado sismos de gran intensidad sin que los inmuebles hayan caído.
"Yo creo que esa debe ser nuestra aspiración, que no nos conformemos con que digan: 'bueno hoy sólo colapsaron 34, acuérdense que en el 85 fueron cerca de mil 500'. No, yo creo que como sociedad debemos aspirar a que no existan colapsos, ni en esta ciudad ni en ninguna", sostuvo.
"Tenemos que estar preparados, debemos de tener una cultura de Protección Civil", subrayó.
Por otro lado, recalcó que en cuanto al manejo de la información los científicos deberán ofrecer sus conocimientos para contrarrestar la gran cantidad de publicaciones que se realizan sin sustento.
"No podemos decir: 'no se preocupen, no pasa nada, ya pasó lo peor' y por otro lado no podemos caer en el 'tremendismo' de decir que hay posibilidades de que viene un gran temblor y que es altamente posible".
"Hay que entender que los sismos son como la lluvia, en este país llueve y lloverá siempre, vivimos en una zona sísmica y habrá sismos siempre", recordó.
Por otro lado, resaltó la importancia de no convertirse en un país 'centralista' que enfoque toda su atención a la prevención, al trabajo y al seguimiento en la Ciudad de México, sino también a las otras ciudades del país.
Por su parte Oralia Oropeza Orozco, investigadora del Instituto de Geografía, dijo que es importante hacer Atlas de Riegos, pues "si se hacen bien son muy valiosos y nos ayudan a determinar los usos de suelo en diferentes regiones del país".
Los especialistas coincidieron en que es necesario desarrollar plataformas que permitan que la interacción de los diferentes aspectos científicos lleguen a la política pública y a la práctica.