Una persona se atreve a desaparecer, violar y/o asesinar a una mujer en México porque, ante la ineficacia y la corrupción de las autoridades, se sienten intocables, aseguraron activistas.
Pero los feminicidios en México –mil 297 sólo en lo que va del presente año– también, dicen, tienen su raíz en el machismo contra el poder de las mujeres, la falta de perspectiva de género por parte tanto de los que investigan como los medios que difunden, y en una parte de la sociedad que, al no querer reconocer o no condenar el fenómeno, se vuelve cómplice.
Mara, Evelyn, Fátima, Valeria, Jessica… todas han sido víctimas de esta inacción.
Mientras el viernes pasado las redes sociales reflejaban la indignación de la ciudadanía contra el feminicidio de la joven Mara Fernanda Castilla, en la ciudad de Puebla, el cuerpo atado de pies y manos de Evelyn Remedio, de 24 años, fue hallado enterrado en un baño con la cabeza cubierta con una bolsa de plástico en San Nicolás Romero, Estado de México, entidad líder en este fenómeno político y sociocultural. Su novio la asesinó a golpes y cavó un hoyo para esconderla desde el 17 de abril.
Del 1 de enero al 17 de septiembre de este año se registran mil 297 feminicidios en el país, de acuerdo con Frida Guerrera Villalvazo, autora de un blog que recopila los casos. De enero a junio hubo 647 asesinatos de mujeres en 11 estados, de los cuales sólo 204 han sido investigados como feminicidios, reporta el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF).
El domingo, mientras se desarrollaban las marchas de protesta y en exigencia de justicia por el caso más visibilizado en los últimos días, el de la usuaria de Cabify, otra mujer asesinada fue abandonada en un canal de aguas negras de Tula, Hidalgo. Estos homicidios violentos contra niñas, mujeres y ancianas –algunas no identificadas– tienen su raíz en la impunidad, la ineficacia, el machismo y una parte de la sociedad que no reconoce ni condena el fenómeno y se vuelve cómplice o lo reproduce en bienes de entretenimiento como programas de televisión o religiones, aseguraron activistas.
En una escena de “Puro Loco”, programa cómico transmitido por TV Azteca en la década de los 90, un hombre trajeado sube a un transporte público y comienza a dar arrimones a las usuarias. Se escuchan risas de fondo. Años después, en 2015, un conductor de un programa matutino de Ciudad Juárez, “A toda máquina”, tocó un seno de su compañera durante una transmisión en vivo, pero cuando ella se molestó él lo negó y justificó diciendo que “se le subieron las ubres”.
El martes pasado, dos días después de que Fátima Altamirano de 15 años fue encontrada asesinada en La Paz, Estado de México, el Rector de la Universidad Madero en Puebla, Job Romero Reyes, aseguró que por “las libertades que las chicas tienen” son víctimas de ataques. Además, se pronunció en contra de la Alerta de Género estatal al considerar que no sirve.
A nivel nacional, el 66.1 por ciento de las mujeres ha sufrido al menos un incidente de violencia emocional, física o sexual a lo largo de su vida. Pero del total de víctimas el 88.4 por ciento no solicitó apoyo a alguna institución ni presentó queja o denuncia ante alguna autoridad porque lo minimizaron, tuvieron miedo a las consecuencias, no sabían dónde hacerlo, por vergüenza o porque creyeron que no les creerían o incluso las culparían, reveló la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Frida Guerrera Villalvazo, activista y autora de un blog que registra feminicidios en el país, afirmó en entrevista que “la impunidad y la corrupción permiten que los que se atreven a hacer eso sepan que no serán castigados y se sienten intocables. El mensaje que dan a las víctimas de feminicidio, desde nivel social y legal, es que ellas son las culpables”.
Asimismo, los familiares de las víctimas además de enfrentar ministerios públicos y abogados “no preparados ni sensibilizados”, también chocan con la corrupción, ya que familias le han dicho a Guerrera que las autoridades “les cobran con dinero o favores sexuales” para poder consultar la carpeta de investigación pese a que es su derecho, o bien, se niegan a investigar porque los sospechosos tienen contactos.
María de la Luz Estrada, presidenta del Observatorio Nacional Ciudadano de Feminicidios, cuestionó sobre “¿quién vigila, obliga y sanciona a las autoridades que son omisas o son corruptas? Porque eso es lo que está poniendo en riesgo a todas las mujeres. No hay investigaciones, se pierden pruebas fundamentales para vincular a proceso a los feminicidas y entonces la ciudadanía tiene una situación de impunidad donde no hay perspectiva de género para indagar”.
Estrada dijo que las fallas de las autoridades empiezan desde la búsqueda de las mujeres desaparecidas que puede concluir en un feminicidio. La autoridad no ve como un problema las desapariciones al catalogarlas como extraviadas o ausentes, consideró.
“No hay una política de búsqueda de desaparición de mujeres. La Alerta Amber, que hay que revisarla, es solo para menores de 18 años. En el país todos los gobiernos ya deberían tener un protocolo de células de búsqueda inmediata”, determinó. Ya ante casos de asesinatos de mujeres por ser mujeres, “cuando se capacita a las autoridades, no se materializa en las investigaciones: hacen peritajes mal hechos, los tipifican como homicidios o no siguen todas las líneas”.
Aunque existe la Alerta de Género en algunos estados como Guanajuato o el Estado de México, las víctimas han acusado que no se tipifica primero el homicidio como feminicidio para luego descartarlo de ser el caso.
No tipificar los asesinatos de mujeres por ser mujeres se debe a “la negación de las autoridades por aceptar lo que sucede y creen que no se ve”. El Código Penal, dijo Frida Guerrera, señala que por el simple hecho de que una mujer sea desaparecida primero debe tipificarse como un feminicidio, “un acto que está asesinando a la sociedad”.
“Si las autoridades tuvieran la capacidad ética de reconocer que está pasando se empezaría a evitar que nos estén matando con tanta impunidad”, reiteró.
MUJERES NO DEBEN SALIR A DIVERTIRSE
Respecto a las causas sociales de los asesinatos de mujeres por su género, las activistas consultadas expusieron la actitud de una parte de la sociedad ante el cambio de costumbres de las mujeres.
“No es guerra contra los hombres, sino contra el machismo. Me da la impresión de que están enojados al ver que las mujeres se empoderan y cada vez están creciendo más, y ya no es tan fácil controlarlas y seguir viéndolas como su pertenencia. Tiene que ver el poder que se quiere ejercer. Esto hace que las asesinen y cada vez con más saña. Incluso muchas mujeres no entienden las costumbres actuales y creen que deberíamos regresar a ‘como eran antes las mujeres’ para que no esté pasando tanto”, dijo la activista Frida Guerrera Villalvazo.
María de la Luz Estrada, presidenta del Observatorio Nacional Ciudadano de Feminicidios, aseguró que como sociedad “legitimamos y naturalizamos” la violencia de género con calificativos y posturas contra las nuevas costumbres, por lo que “debemos de romper con esta cultura machista solapada por instituciones como las iglesias”.
El 47 por ciento de las mujeres no cree que las mujeres tienen derecho a salir solas en la noche a divertirse y el 67.8 por ciento considera que deben vestirse sin escotes para que no las molesten los hombres, dicen las cifras de Inegi.
“El no querer voltear a ver ni entender que suceden violaciones y asesinatos desde cuatro o cinco años hasta casos de 90 años es absurdo. Una mujer de 90 años fue violada y asesinada a golpes en Puebla”, documentó Frida.
El 9.4 por ciento de las mujeres de 15 años y más (4.4 millones) sufrieron abuso sexual durante su infancia y el 17.3 por ciento de las mujeres mayores de 60 años sufrió en algún tipo de violencia en los últimos meses, de acuerdo con la encuesta del Inegi.
El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) también ha resaltado la importancia de que los medios de comunicación informen con perspectiva de género para evitar revictimizar a las mujeres y las procuradurías la apliquen en las diligencias.
“Inmujeres hace un llamado a los medios de comunicación para que la cobertura mediática de estas notas se haga bajo parámetros de respeto a los derechos de las víctimas y sus familiares, evitando la revictimización y el reforzamiento de estereotipos de género, como el de responsabilizar a las mujeres de su agresión, que han sido, precisamente, el caldo de cultivo para incentivar y naturalizar la violencia contra las mujeres y niñas en nuestro país”, expuso en un comunicado tras el hallazgo de Fátima, quien desapareció en la Ciudad de México y su cuerpo fue arrojado en La Paz.
Para Inmujeres, la violencia contra las mujeres es una grave violación a los derechos humanos de las víctimas y sus familiares, por lo que llama a no tolerar que en nuestro país “la violencia machista siga enlutando hogares”. Por eso, “la condena de esta violencia tiene que ser unánime e inquebrantable el compromiso de las instituciones para redoblar esfuerzos que permitan hacer efectivo el derecho de las mujeres y las niñas a vivir libres de discriminación y violencia”.
Fuente: Sin Embargo