Estados Unidos advirtió que está dispuesto a usar la fuerza si es necesario para detener el programa nuclear de Corea del Norte, pero aseguró que prefiere una acción diplomática global contra Pyongyang por probar un misil balístico que podría alcanzar Alaska.
La embajadora estadunidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley, dijo en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad que las acciones norcoreanas están "cerrando rápidamente la posibilidad de una solución diplomática" y que su país está preparado para defenderse a sí mismo y a sus aliados.
“Una de nuestras capacidades descansa en nuestras grandes fuerzas militares. Las usaremos si debemos, pero preferimos no tener que ir en esa dirección", comentó Haley.
En un gran paso adelante en su programa de misiles, Corea del Norte realizó un ensayo el martes de un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM, por su sigla en inglés), que según algunos expertos podría alcanzar los territorios de Alaska y Hawái y, tal vez, la costa noroeste del Pacífico de Estados Unidos.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, afirmó que el ensayo del ICBM completó la capacidad de armas estratégicas de su país, que incluye también bombas atómicas y de hidrógeno, según la agencia estatal de noticias KCNA. Pyongyang dijo, asimismo, que el misil puede transportar una gran ojiva nuclear.