“Símbolos memorables de la fuerza que podemos tener las y los mexicanos cuando decidimos unirnos por grandes causas”. Esta es la leyenda que se encuentra a los pies de la recién inaugurada estatua dedicada a Frida, la perra rescatista de la Marina de México y a su entrenador Israel Arauz. Ambos representan el esfuerzo de los cientos de efectivos y voluntarios que participaron en las labores de salvamento en el Estado de Puebla después del terremoto de 7,1 que afectó a la zona central de México en septiembre de 2017.
La Marina mexicana desplegó a sus rescatistas después del devastador sismo que causó más de 300 muertos y numerosos daños materiales. Frida, uno de los perros de salvamento que fueron movilizados, tomó un protagonismo especial por sus labores en la búsqueda de víctimas entre los escombros de la escuela Enrique Rébsamen, en la colonia Coapa, en el sur de Ciudad de México, donde quedaron sepultados decenas de niños. Protegida con unas gafas y unos escarpines azules su imagen se convirtió en un símbolo de esfuerzo y resistencia de los rescatistas y voluntarios.
La perrita y su entrenador han quedado inmortalizados en una escultura de bronce elaborada por Alberto García Nava y Will Carachure Vielma y fundida por Antonio Vielma, que estará ubicada en el Parque Ecológico situado en el Estado de Puebla. Al develar la estatua el gobernador de Puebla, Tony Gali, enfatizó que la imagen "representa los valores que nos unen". Gali reconoció el trabajo del equipo formado por el perro y su guía (conocido como binomio canino) y de los voluntarios que se solidarizaron para auxiliar a la población. "A partir de ahora, [la estatua] se encontrará en este sitio recordándonos el poder de la solidaridad, la gratitud y la voluntad humana".
Frida es una hembra de labrador con ocho años de servicio en la sección canina de la Marina. En su currículum cuenta con 53 localizaciones en estructuras colapsadas y deslaves, de los que 12 personas fueron halladas con vida. El capitán de Fragata Israel Monteverde Cervantes, que forma parte del equipo de la sección canina, define a Frida como como una perra “muy cariñosa y extremadamente bondadosa” pero también destaca que es “efectiva en su trabajo”.
La perra rescatista ha participado también en misiones internacionales. Frida estuvo en Haití en el devastador terremoto del 12 de enero de 2010, fue movilizada para el rescate de víctimas en un alud en Guatemala en 2012 y en el terremoto de Ecuador de 2016. Junto a la perra, también participaron en los rescates de septiembre otros perros adiestrados por la Marina como Evil y Ecko, ambos hermanos de la misma camada, que también han sido protagonistas de libros infantiles.
Fuente: El País