“Si Mara (Castilla) estuviera acá, ¿cómo se sentiría?, seguro en un punto podría sentir culpa” sobre su muerte, señaló el psicólogo Gabriel Licea Muñoz, frente a un puñado de estudiantes de la Ibero Puebla ante comentarios que en redes sociales la han señalado como la responsable principal de su ataque sexual y homicidio.
Licea contrastó este escenario con cifras sobre la relación entre violencia hacia la mujer y el consumo de sustancias, donde en un periodo de tres meses, en el 48 por ciento de los casos el agresor presentó consumo, contra el 20 por ciento que se registró en la víctima.
En la jornada “Prevengamos la violencia de género en la universidad”, detalló que 15 de los agresores habían consumido alcohol al momento de atacar a una mujer, seis habrían ingerido algún tipo de “sustancia ilegal” y en 12 casos la víctima no supo decir qué tomó su agresor, pero afirmaron que alguna sustancia consumieron.
Fue el tema de la estudiante de la UPAEP que motivó al módulo de servicios especializados en atención a la violencia familiar y de género del Hospital de la Mujer, a revisar los casos de violencia contra la mujer en el trimestre de agosto a octubre (mara fue asesinada en septiembre). Los resultados son alarmantes.
En este lapso, tres de cada cinco atenciones fue por violencia sexual, en el 50 por ciento de los casos la víctima tenía entre 11 y 20 años de edad, convirtiendo a este grupo etario en el de más alta incidencia. Asimismo, del total de este tipo de agresiones, el 85 por ciento culminó en coito no consentido.
De agosto a octubre de este año fueron 69 las atenciones por violencia contra la mujer, de las cuales 41 se debió a agresiones psicológicas, 42 sexuales y 17 físicas (varias agresiones se pueden presentar en un solo caso).
“Hace un par de años el número más grande era de violencia psicológica y muy bajo era el de violencia sexual, ahora están cambiando los números y nos asusta bastante”, reconoció Licea Muñoz, responsable del centro de atención.