La Arquidiócesis de Puebla dio a conocer las actividades religiosas que se llevarán a cabo para celebrar la temporada Todos los Santos y Fieles Difuntos.
Como ya es tradición, el 1 de noviembre se exponen en la Catedral de Puebla las reliquias de los santos mártires que se encuentran en la Capilla de las Santas Reliquias, y en los altares de San José y San Miguel, para que los fieles puedan venerarlas, y así admirar las obras de Dios realizada en ellos, aprender de su ejemplo y pedir su intercesión, de modo que como ellos, podamos llegar al cielo por el camino del amor a Dios y al prójimo.
En la Capilla de las Santas Reliquias se alojan restos de algunos santos mártires, particularmente en la urna central, de origen filipino. En los bustos de yeso, elaborados en la academia de Bellas Artes, contiene reliquias de los respectivos santos: san Basilio, san Sotero Papa, san Cornelio, santa Catalina de Siena, san Irineo y otros.
El 2 de noviembre, los fieles pueden visitar las Criptas de los Obispos para pedir por el eterno descanso de quienes fueron pastores de la Iglesia en Puebla. Esta Cripta se encuentra bajo el Ciprés del Altar Mayor. Ahí reposan los restos mortales de 13 de los 35 obispos y 5 arzobispos de Puebla con sus nombres y leyendas alusivas a sus características biográficas.
Entre los obispos sepultados en este lugar se encuentran: Fray Julián de Garcés, primer Obispos de Puebla (1527-1524), Don Salvador Bienpica y Sotomayor (1790-1802), y los Arzobispos Don Pedro Vera y Zulia (1924-1944) y los hermanos Don José Ignacio (1945-1950), y don Octaviano Márquez y Toriz (1951-1975).