Luego del incremento en la vigilancia en la zona de Cañada Morelos, Puebla, la incidencia de asaltos al tren se mueve hacia la frontera con Veracruz.
Son 30 kilómetros al sureste, en la zona de Acultzingo, ladrones locales aprovechan su conocimiento de la montaña para detener el tren en cruces poco vigilados.
En esta zona, los ladrones acostumbran robar a las tripulaciones sus radios portátiles para monitorear las frecuencias, y ubicar horario y posición de otros trenes.
En otros tramos donde no hay señal de celular, la estrategia es vandalizar torres de comunicación y aislar al convoy de todo contacto exterior.
“Como puedes ver es una zona de difícil acceso, terreno muy agreste y hay que entrar caminando para poder llegar hasta el tren, lo que dificulta el restablecimiento del tren y en ese tiempo los delincuentes aprovechan para abrir contenedores, robar la mercancía”, detalló el Inspector de Seguridad Ferroviaria de la empresa Ferromex.
Con el tren detenido, los ladrones cortan las mangueras que forman parte del sistema de frenos del convoy, restablecer la marcha puede tomarse horas.
“Se nos calentaron las máquinas y vamos casi a vuelta de rueda, cambio", señala conductor.
En esta zona de pendientes, los ladrones también engrasan las vías lo que provoca que el tren patine y baje la velocidad, revela un reportaje de IMAGEN TELEVISIÓN.
En días recientes, tripulaciones han encontrado barricadas hechas con durmientes de concreto y tramos de vía que se usan para reparaciones, con el fin claro de descarrilarlos.
Todo lo que sea necesario para abrir contenedores, para robar, aunque sea, una caja de licor.
Luego del incremento de la vigilancia en Puebla, la incidencia de asaltos a trenes se mueve hacia la frontera con Veracruz pic.twitter.com/Obdwj0uF3u
— Ciro Gómez Leyva (@CiroGomezL) 19 de octubre de 2017