Con la visita del responsable del desarrollo de naves espaciales pequeñas de la NASA, para misiones al espacio profundo, el mexicano Andrés Martínez, la BUAP se sumó a la Semana Mundial del Espacio, la cual fue instaurada por Naciones Unidas para celebrar cada año, del 4 al 10 de octubre, las contribuciones de la ciencia y la tecnología espaciales a la humanidad. Su inicio coincide con el lanzamiento, en 1957, del primer satélite artificial de la Tierra: Sputnik, palabra rusa que significa “compañero de viaje”.
En el auditorio y el vestíbulo de la Facultad de Ingeniería de la BUAP, repletos por el interés de los universitarios en la industria aeroespacial, Andrés Martínez, considerado en 2015 dentro del top 20 de los latinos más influyentes en tecnología por CNET en español, habló de los recientes proyectos en los que participa, entre estos, uno que posibilitaría al ser humano, después de una larga búsqueda, llegar a Marte hacia el 2030.
Actualmente es director ejecutivo del Programa de Sistemas Avanzados de Exploración de Pequeños Satélites y director adjunto del Programa de Tecnología de Pequeña Aeronave, ambos de la NASA, donde se encarga del desarrollo y la innovación de tecnologías para hacer misiones al espacio profundo. Hoy tiene a su cargo cinco proyectos: LunIR, Lunar IceCube, Lunan Flashlight, NEA Scout y BioSentinal.
El originario de Jojutla, Morelos, relató cómo pasó de ser un vendedor de gelatinas durante su infancia, a uno de los pocos mexicanos en ingresar a la prestigiosa agencia estadounidense, trayectoria profesional que incluye desde la venta de zapatos en California, hasta su paso por Xerox, empresa pionera en el desarrollo tecnológico de Silicon Valley, considerada la tierra fértil para la industria de la innovación y la tecnología.
Tras una larga búsqueda, fue esta empresa la que le dio la primera oportunidad en octubre de 1990. Ahí atestiguó los avances más importantes en el mundo de la informática: el desarrollo de sistemas operativos gráficos, la transición a los monitores de color, la aparición del Internet, el mouse y de las grandes empresas de la computación: Apple y Microsoft, así como el ocaso de muchas otras.
Más tarde, ahí mismo, en el Valle del Silicio, trabajó para el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, un centro de investigación en ciencias básicas y seguridad nuclear; después en Motorola, y fue en 2007 cuando ingresó a la NASA, donde se hizo cargo del desarrollo de software y sistemas.
Con el relato de su trayectoria, salpicado de emociones y vivencias personales, el ingeniero transmitió a los estudiantes de la facultad y de preparatoria, ahí presentes, que la capacidad está en función de la constancia y la disciplina. Alentó a caminar hacia la concreción de sus proyectos profesionales y, pese a las vicisitudes, atender su verdadera vocación. Él era el único latino en sus clases universitarias, por lo cual en varias ocasiones fue rechazado.
En su intervención, el coordinador general de Formación de Capital Humano en el Campo Espacial, de la Agencia Espacial Mexicana, Carlos Duarte Muñoz, recordó que desde que el “compañero de viaje” soviético fue puesto en órbita hace 60 años, la humanidad ha presenciado avances indescriptibles: ondas espaciales han llegado a Plutón, el planeta más distante al Sol; hay objetos que navegan fuera del Sistema Solar; hoy un gran porcentaje de personas se comunica con un teléfono móvil y se ubican con la ayuda del GPS.
Logros en materia espacial que han beneficiado a toda la humanidad. “Es importante que reflexionemos en el papel del espacio en nuestras vidas. Un sólo día sin estas tecnologías colapsaría a la humanidad. Estamos en un punto de inflexión. Tenemos la obligación de continuar con su desarrollo”, comentó.
Por ello, luego de invitar a los presentes a continuar por carreras científicas y tecnológicas, celebró la iniciativa de la Facultad de Ingeniería de la BUAP de invitar a Andrés Martínez para alentar nuevas vocaciones en el sector. A él le reconoció su compromiso por incentivar la participación de latinos, principalmente mexicanos, en centros de desarrollo científico y tecnológico como la NASA, la agencia responsable de los proyectos más emblemáticos en la exploración espacial.
EL PLAN PARA MARTE
En su conferencia magistral “Evolución de mi carrera de Ingeniería en el Valle del Silicio”, Andrés Martínez destacó que el ser humano pisará tierras marcianas alrededor de 2030. Al respecto detalló el plan que científicos de la NASA ejecutan para hacer posible una exploración con tripulación humana al planeta vecino.
El mexicano es protagonista de lo que será un evento histórico para la humanidad y el desarrollo científico y tecnológico.
El invitado habló con estudiantes de la BUAP, tanto de preparatoria como de ingenierías, sobre su rol en dicho proyecto. Informó que actualmente se encuentran en la etapa cero: los estudios, las investigaciones y las pruebas a bordo de la estación espacial.
En la fase uno realizarán exploraciones al único satélite natural del planeta, la Luna. Posteriormente, en la etapa dos, concluirán las pruebas de todos los sistemas de transportación y realizarán simulaciones de Marte. Finalmente, en las últimas dos etapas, los humanos comenzarán con los primeros viajes al espacio profundo: a Marte y más lejos.
Al cerrar su charla, invitó a los universitarios de la BUAP a sumarse a estos proyectos, a ser partícipes del crecimiento inusitado de la tecnología, tan estrepitoso en tan sólo las últimas décadas. Silicon Valley ha sido su escenario.