Excélsior informa que Barcelona se mantiene invicto en LaLiga tras golear 5-1 al Villarreal en un partido que resolvió, con goles de Coutinho, Paulinho y Messi, antes del descanso, y que Ousmane Dembélé, en su mejor actuación como azulgrana, finiquitó en la recta final con un doblete.
Salió el Barcelona, en plena resaca del Clásico, con un equipo plagado de suplentes a un Camp Nou medio vacío. Y lo hizo recibiendo del Villarreal el pasillo de campeón que no le quiso hacer el Real Madrid.
Los de Ernesto Valverde dejaron claro desde el principio que lo de no ceder ni un derrota en 38 jornadas se lo tomaron muy en serio.
Messi, uno de esos que nunca rota y menos aun cuando se está jugando la quinta Bota de Oro de su carrera, avisó con un rosca con la zurda que se marchó desviada por poco, a los siete minutos.
Cuatro minutos más tarde, emergería la felina figura de Dembélé para reivindicarse con un eslalon al galope y un disparo cruzado que Asenjo rechazó mal y que Coutinho aprovechó para hacer el 1-0.
Pudo empatar el Villarreal justo antes del cuarto de hora con un tiro seco de Fornals que Cillessen, titular, desvió a córner. Y casi en la siguiente jugada, una combinación entre Iniesta y Digne -éste en posición dudosa- la culminaba Paulinho a placer para hacer el segundo.
Aflojó el Barcelona, hasta entonces muy activo en la recuperación tras perdida, y respiró el Villarreal, que empezó a tener algo más de posesión.
Entró el choque en una fase anodina casi hasta el final de la primera mitad, cuando Jaume Costa puso a prueba de nuevo a Cillessen e Iniesta, quién sabe si en su última exhibición en el Camp Nou, regalaba una asistencia mágica a Messi para que el '10' rematara el balón, sin dejarlo caer, al fondo de la red.
Empezó la segunda parte con un 3-0 que dejaba el partido prácticamente sentenciado, pero rápidamente lo animó el Villarreal. Primero Samu Castillejo y luego Bacca, aunque los disparos de ambos no encontraron puerta. En el otro área, Messi le intentaba devolver el regalo a Iniesta, pero la vaselina del manchego salía algo desviada.
Antes de llegar a los diez minutos de la reanudación, la suerte se aliaría con el conjunto castellonense y Sansone, desviaría con el hombro un tiro de Fornals, que acabaría descolocando a Cillessen y rebasando la línea de gol.
El Villareal recortaba distancias poco antes de que el estadio rindiese pleitesía a su capitán, que abandonaba el campo tras ser sustituido por Luis Suárez.
Sin Iniesta tomando la manija del juego local, los visitantes siguieron probando fortuna desde lejos y el árbitro anulaba un gol a Coutinho por fuera de juego, mientras el Camp Nou intentaba entrar en calor al grito de '¡Campeones, campeones!'.
Cuando parecía que el encuentro no daría para más, Rakitic protagonizaría un gran jugada personal por la banda derecha y asistía a Dembélé para que marcara a placer.
Pero lo mejor del punta francés aun estaba por llegar. En la última jugada del partido agarró un balón en la línea de tres cuartos para ir sorteando rivales en carrera y elevar el balón con una sutil vaselina sobre la salida de Asenjo.