ESPN informa que el ‘infierno escarlata' fue mucho para unos Monarcas que por más que intentaron, nunca supieron cómo vencer al Toluca, que hizo la mitad de su labor en Morelia y completó la otra parte junto a su afición con un par de misiles imposibles de detener para Sosa, que significó el pase a las Semifinales con un pequeño susto sobre la hora que terminó en un empate (2-2).

Los Diablos requirieron apenas de unos segundos de presión para anotar y facilitar su objetivo de acercarse a la final. Su misión principal era salir por el juego, llegar a las redes y poner cuesta arriba la situación para unos Monarcas insistentes y con ganas, pero con falta de creatividad para vencer a Talavera y su muralla defensiva.

Toluca entendió que lo que menos podía hacer era cometer errores. Lo lograron durante 90 minutos y fallaron en el tiempo de descuento, aunque no hubo nada por lamentar. Después de la ventaja conseguida con un misil de Cristian Borja que se coló en la escuadra de Sebastián Sosa, lo demás fue replegarse en su campo y pasear el balón con tranquilidad cuando lo tenían. No había urgencia de otro tanto ni una necesidad imperiosa de irse al frente.

El Morelia era el necesitado y lo asumió como tal, aunque en ningún momento logró algo más que unos remates sin peligro necesario para poner en alerta a los Diablos. El juego de los michoacanos fue buscar centros constantes para un frustrado Raúl Ruidíaz, quien podía desmarcarse, pero al final nunca llegó el balón a su destino.

El peruano siempre estuvo vigilado por una de las mejores zagas de la Liga Bancomer, que entendió que no podía otorgar ningún tipo de concesiones. Fue un trabajo en bloque que contuvo a los necesitados Monarcas, que intentaron ser pacientes y no atacar desmesuradamente, a pesar de que el cronómetro era un rival más.

Los arribos por las bandas fueron tan constantes como infructíferos. Simplemente no hubo manera de acercarse más a la meta de un Talavera igualmente inspirado, que siempre sacó las manos cuando un balón llegaba a su destino.

Las contras de los Diablos fueron sus mejores armas en busca de incrementar la ventaja, aunque estas tampoco fueron del todo efectivas ante los yerros en la definición tanto de Canelo como del propio Borja, quien se pudo ir con un doblete.

El que no falló fue Sambueza y lo hizo mediante su especialidad: los tiros libres. El argentino tomó distancia y colocó el balón en el ángulo superior derecho de Sosa, quien aunque se lanzara tres veces no lo iba a alcanzar.

La respuesta tardó mucho en llegar. El Morelia necesitó más de 90 minutos para ello y lo hizo en el descuento con un par de goles de Emanuel Loeschbor y Miguel Sansores, insuficientes para derrotar a los lideres de la competencia que sueñan con un nuevo campeonato. El pase se quedó en el averno, gracias a la posición en la tabla.