ESPN informa que Ivan Rakitic y Davor Suker lo vaticinaron, pero pocos se atrevieron a creerlo. Croacia, pese a las notables ausencias, supuso un examen más complicado de lo que inclusive el mismo Juan Carlos Osorio suponía.

La Selección Mexicana, que cerraba su gira de dos partidos amistosos por suelo estadounidense, sufrió más de lo pensado ante el combinado balcánico sin algunas de sus principales estrellas y no sólo se trató de la lesión de Néstor Araujo, sino también por el funcionamiento sobre la cancha.

Croacia, que requirió del repechaje para avanzar al Mundial de Rusia 2018, se plantó con mucha personalidad en el AT&T Stadium, le robó la posesión del balón al cuadro tricolor y desplegó un futbol vistoso que metió en claros predicamentos a Guillermo Ochoa en múltiples ocasiones. Hirving Lozano tuvo algunos destellos por la banda, pero la realidad es que en el primer tiempo el Tri fue superado con claridad.

En la parte complementaria, con tres cambios de jugadores y un esquema diferente, el cuadro que lució su playera blanca mostró una mayor disposición de demostrar su jerarquía. Miguel Layún de inmediato generó la primera de peligro por la banda.

Carlos Vela replicó la fórmula del veracruzano y en apenas ocho minutos de la segunda parte México generó más de peligro que en todo el lapso inicial.

El intento de reacción del Tri sufrió un duro golpe cuando el jugador del Sevilla cometió un penal que el mediocampista del Barcelona se encargó de cobrar de manera magistral pese al intento por detenerlo de Ochoa.

Las malas noticias continuaron en la segunda parte para México en el rubro de las lesiones cuando Carlos Salcedo tuvo que salir del juego por una lesión en el hombro y posteriormente el 'Chucky' sufrió un duro contacto en la cabeza que no pasó a mayores.

Tras el gol croata, el Tri volvió a esconderse, generó poco peligro y levantó más interrogantes que antes de la presentación en Arlington, lugar muy amargo antes de las justas mundialistas.

Ahora buscarán cambiar este rostro en sus próximo duelos ante Gales el 28 de mayo en Pasadena, California y luego el 2 de junio ante Escocia en el Estadio Azteca.