ESPN informa que aún más que las peleas de fin de semana, el tema más importante en el boxeo son las dos pruebas fallidas de Canelo Álvarez, su suspensión temporal por la Comisión Atlética del Estado de Nevada y su audiencia programada para el 10 de abril, donde se determinará el futuro de la pelea.

Sé que la mayoría de la gente cree que la audiencia es un mero protocolo y la comisión sellará la licencia y participación de Canelo Alvarez en la revancha del 5 de mayo en T-Mobile Arena en Las Vegas porque es una pelea masiva y tendrá un tremendo impacto económico en la región. Si bien creo que hay una posibilidad de que la comisión permita que la pelea tenga lugar, creo que la pelea está en grave peligro de ser cancelada en base a mis conversaciones con algunos de los involucrados.

La comisión sabe que está en una situación sin salida.

Si permiten la pelea, muchos dirán que lo hicieron solo por el dinero, y si cancelan la pelea, arruinarán una bonanza económica para la región. Golovkin planea pelear allí el 5 de mayo, independientemente de su oponente, por lo que quedará algo de dinero de quien pueda pelear.

Como me dijo una persona involucrada durante el fin de semana de la comisión, solo tiene que hacer lo correcto. Si Álvarez queda sin castigo envía un mensaje horrible de que un boxeador puede ser pescado usando sustancias prohibidas y aún así poder boxear por una bolsa de ocho figuras. Si no cree que la comisión podría cancelar la pelea, recuerde que hace años se negó a licenciar a Mike Tyson por un problema mucho menor que las pruebas positivas de drogas y envió la pelea con Lennox Lewis, la más grande en la historia del boxeo en ese momento, a otra sede. Este es un problema tan serio que HBO no utilizó su transmisión de boxeo del sábado para promover el PPV del 5 de mayo y lo dejó fuera de su próximo calendario de eventos.

Esto es serio, amigos. Si se cancela la pelea, que bien podría ser, no hay nadie a quien culpar a excepción de Canelo y sus entrenadores.