Excélsior informa que el Real Madrid ganó 6-3 al Girona en un partido eléctrico en el que apareció la mejor versión de Karim Benzema, que renació para apoyar al insaciable Cristiano Ronaldo, autor de cuatro goles que, unidos a los de Bale y Lucas Vázquez, sirvieron para doblegar a un gran rival.
El delantero francés respondió a la intacta confianza de Zinedine Zidane, quien los siguió alineando pese a malas actuaciones, rechiflas de los aficionados y su sequía goleadora.
En la primera parte, el equipo blanco chocó contra un rival que igualó la propuesta madridista. Las dos propuestas chocaron como trenes, pero primero golpeó el cuadro madridista, con diez minutos iniciales verticales y vertiginosos agilizados por Asensio, con la ayuda de la mejor versión de Benzema, el hambre de Cristiano y la velocidad de Lucas y Kovacic.
En ese tiempo, Cristiano atacó con un disparo, Lucas falló un mano a mano tras un gran pase de Benzema, respondió Borja García con un lanzamiento lejano que salvó Keylor Navas y, finalmente, Cristiano acertó con un zurdazo que abrió el marcador.
El tanto del portugués no arrugó al Girona, que lanzó sus balas hacia delante, incluso estuvo a punto de anotar en dos ocasiones, hasta que al final fue Stuani quien empató tras cabecear un centro desde la derecha. Un cabezazo de manual impresionante.
Fue el premio al atrevimiento del Girona, que aún tuvo que aguantar algún susto antes del descanso.
De inmediato, en el inicio de la segunda parte, Cristiano hizo el segundo después de aprovechar una gran acción del renacido Benzema, que habilitó a su compañero para que marcara su doblete en un mano a mano con el que no pudo Bono.
Llegaron casi seguidas: primero, con el tanto de Lucas Vázquez tras un pase de Cristiano en una jugada explosiva; después, a 25 para el final, con una llegada de Asensio que dejó a Benzema todo listo para marcar. Pero el francés, peleado con el gol, falló y Cristiano recogió el rechace de Bono para llegar a los tres tantos en su cuenta persona, el cuarto para la causa ‘merengue’.
El Girona disfrutó de una penúltima bala con otro cabezazo de Stuani, que volvió a aprovechar un descuido en una falta para redondear un marcador que alargaron al final Bale y Juanpe, de nuevo en una jugada a balón parado, único "pero" blanco de una noche que entronizó a Cristiano con su cuarto acierto. Un depredador.