ESPN informa que el Barcelona dio un nuevo paso en su cabalgar liguero venciendo sin más aspavientos de los necesarios al Levante, que apenas mantuvo durante doce minutos su portería a cero. Sentenciado el partido con el 2-0 en el primer tiempo, el equipo de Valverde, al que Messi y Suárez llevaron los goles al marcador, se dedicó en el segundo a reponer fuerzas. Tranquilo y sin estridencias y consumando la victoria en tiempo añadido a través de Paulinho.
El Levante quiso a través de la intensidad marcar territorio. Así castigo a Messi, sin poder, sin embargo, romper su estadística fatal: 25 visitas y 25 derrotas en un Camp Nou que es territorio prohibido. Y más, claro, si en el terreno de juego se encuentra con un rival al que lidera Messi.
Regresó al once inicial Dembélé 114 días después de su lesión en Getafe y durante los 66 minutos que permaneció en el terreno de juego mostró más ganas que acierto, dejando claro, es0 sí, que físicamente está en tránsito veloz hacia su mejor tono... Aunque mucho habrá que discutir acerca de su papel en el equipo. Al menos a corto plazo.
Desde el hotel se lo vio Coutinho para descubrir que el líder al que se sumará, que para muchos es prácticamente ya campeón virtual antes de acabar la primera vuelta, es un conjunto solvente y que ofrece las dosis de brillantez justas, no más, en su caminar sin que nadie se atreva a hacerle sombra.
Desde aquel derrumbe preocupante en la Supercopa de España frente al Real Madrid, el Barça de Valverde ha encadenado ya 27 partidos oficiales sin conocer la derrota y el Levante, como tantos otros antes de este domingo, comprobó como el líder no necesita, en realidad, exhibirse para ir derribando barreras.
Jordi Alba asistió su quinto gol, esta vez de cabeza, a Messi para que antes de llegarse al cuarto de hora de partido el Levante conociera la realidad y antes de llegarse al descanso Luis Suárez, con un obús imparable, sentenció un partido en el que se mostró nuevamente Ter Stegen con dos actuaciones excepcionales y que acabó con un guiño, otro, de Valverde a Arnaiz, quien se sumó al cierre de la fiesta sustituyendo a Sergi Roberto.
El cierre, en tiempo añadido, lo protagonizó el de siempre, el Paulinho que da la sensación de tener un imán que llama a cualquier balón perdido o rebotado en el área y que anotó así el 3-0 definitivo.