ESPN informa que Chelsea sacó una valiosa victoria por 1-2 sobre el Atlético de Madrid en el último segundo del encuentro disputado este miércoles en Madrid. El triunfo deja a los ingleses como líder de grupo en solitario mientras el Atlético se complica la vida cayendo a la tercera plaza.
Los locales no supieron cómo ni en qué momento se vieron arrinconados y no por decisión propia como suele suceder. Chelsea les tomó la medida en un abrir y cerrar de ojos. Se adueñó del partido y a medida que pasaba el tiempo crecía en confianza.
Era el cuadro inglés el que ponía todo. Ritmo, agilidad e ideas, ya fuera a través de Victor Moses, que hacía lo que quería en la banda derecha, Eden Hazard o Morata, que había llegado con unas ganas incontenibles de batir a Jan Oblak.
A la par que buscaban la manera de hacer daño, dejaban seco al Atlético cortándole la salida y sin espacio para correr al contraataque, ni el Atlético ni sus galgos tienen mucha idea de cómo responder.
El Atlético sabía que debía frenar como fuera a los londinenses, y en especial al ex atacante del Real Madrid, que estaba a punto de quitarles el invicto en su recién inaugurado estadio. Pero no encontraban por dónde. Hacía mucho tiempo que nadie les dejaba en una posición tan precaria en su propia casa como lo hicieron los hombres de Antonio Conte este miércoles.
La ayuda para los rojiblancos llegó en forma casi providencial en forma de la torpeza de David Luiz. El brasileño decidió tirar de golpe el impecable trabajo que estaba haciendo su equipo cuando decidió derribar a Lucas Hernández dentro del área tras un forcejeo en una jugada a balón parado.
Corría el minuto 39 del partido y el Atlético no había tenido, hasta ese momento, más que un solo acercamiento, cuando poco antes Correa había probado a Thibaut Courtois a larga distancia. Antoine Griezmann, que apenas iba despertando de la siesta, agradeció el golpe de suerte poniendo el 1-0 desde los once pasos.
Pero ni el Chelsea ni mucho menos Morata estaban dispuestos a darse por vencidos. El partido se les había puesto cuesta arriba y los hombres de Simeone se habían envalentonado, pero aún tenían cierto control de la situación por más que el encuentro empezara a jugarse de una puerta a la otra.
En ese ir y venir de un extremo al otro, el '9' de Conte se encontró con el gol que estaba buscando desde el principio.
Una jugada que sirvió para que David se resarciera de su tremendo error cuando sirvió un pase largo a Eden Hazard, que con gran habilidad aguantó el balón hasta que pudo colarse en el área y centrar para que Morata pudiera, por fin, vacunar al viejo enemigo.
Eufórico, corrió hasta el área técnica a abrazar a Conte y la banca entera ajeno a la ensordecedora rechifla que le dedicó la grada. Herido de muerte, el Atlético acabó por capitular en la última jugada del último segundo cuando permitió un gol de Batshuayi.