Excélsior informa que el regreso con gol de Cristiano Ronaldo, con hambre de éxito tras un mes sin poder jugar con el Real Madrid, dio luz a una noche europea sin brillo, en un estreno plácido del campeón ante el modesto Apoel, que cedió al doblete del portugués y un tanto de chilena de Sergio Ramos.
Necesitaba de golpe un buen partido el Real Madrid tras dos empates consecutivos en Liga en el Santiago Bernabéu que dejaron unas dudas inesperadas tras el nivel mostrado en las Supercopas.
El cuadro empezó dominando el encuentro, pero Keylor Navas se llevó un susto con un disparo lejano de Roberto Lago, que dobló sus manoplas para enviar a córner. El Apoel tuvo dos llegadas seguidas repletas de ilusión antes de ser castigado.
El primer gol blanco cayó de un preciso centro de Bale, al segundo poste, donde Cristiano remató a placer, cruzado.
El luso tuvo el segundo, pero su remate de cabeza se estrelló en el lateral de la red.
Una lesión muscular de la sorpresa en el once de Zidane, Kovacic, cortaba el ritmo que comenzaba a tomar el Real Madrid. Entraba Kroos en un día perfecto para que Dani Ceballos ganase minutos y confianza. El partido era poco vistoso y falto de ritmo.
A los impulsos de las subidas de Marcelo se movió el equipo de Zidane, que encontraba en un testarazo arriba de Bale en un córner botado por Kroos y otro pase del galés al remate de Cristiano, las únicas llegadas antes del descanso.
Aumentaría el hambre de gol el rey de Europa en la segunda mitad. Le bastaban segundos a Cristiano Ronaldo para contagiar a sus compañeros. De zurda remataba al travesaño y se desesperaba pidiendo al juez de línea que el balón botaba dentro de la portería rival. En el campo lo pareció, pero la tecnología UEFA mostró que el esférico no había entrado.
Minutos después encontraría el premio del gol inmerecidamente porque llegó de un penalti que no era. Un rechace daba en el hombro de Roberto Lago y el colegiado señalaba una pena máxima que Cristiano no perdonaba.
El marcador fue una losa para el APOEL que se limitó a defender para no encajar una goleada.
El partido invitaba a subir al capitán Sergio Ramos en busca de lo que más ama en el futbol. El centro de Marcelo le buscó, pero encontró a Bale y el rechace al cielo lo bajó el camero de chilena a la red. Era el último tanto pese a los intentos de Cristiano, al que anularon su triplete por fuera de juego.