ESPN informa que el portero Lucero Álvarez, quien el viernes cumplió cuatro semanas de haber sido intervenido del pómulo izquierdo, comentó que en el interior de Lobos BUAP sabían que podían caer en una mala racha en el Apertura 2017 y descartó que en ella tenga que ver la inexperiencia del técnico Rafael Puente Jr.

Luego de sumar siete puntos en las primeras tres fechas en en la Liga MX, el equipo licántropo lleva apenas 1 punto en las últimas cuatro jornadas.

“Sabíamos que podía pasar una cosa o la otra, caer en una mal momento ya sea al inicio, a la mitad del torneo o al final. Arrancamos muy bien, pero jugamos contra rivales muy importantes. Estamos confiados en el equipo que tenemos, pues a pesar de las derrotas he visto un buen funcionamiento”, explicó la situación de Lobos que se ubica en el sitio 12 con 8 puntos.

“Rafa es muy joven, pero la tiene muy clara en todo lo que hace y dice; él confía a muerte en los jugadores y nosotros en lo que él nos inculca para hacer en la cancha”.

Dice que lo ve tranquilo. “Confiamos en él porque fue quien nos trajo a todos nosotros para defender la permanencia en la Primera División”.

Por otro lado rechazó que el hecho extradeportivo que provocó la baja de William Palacios haya desestabilizado el plantel “porque todos somos grandes y sabemos lo que hacemos” y es lógico que cuando se comete un error haya consecuencias.

En cuanto a su compañero José Francisco Canales, quien lo suple desde la jornada tres en la portería, hay palabras de elogio. No le echa la culpa de las derrotas ni de los goles recibidos que hacen que el equipo sea la defensa más goleada con 13.

“A veces los partidos no se dan como uno quiere. Canales no ha tenido errores. Le he dicho que estoy contento por lo que está haciendo, pues nos está dejando bien parado al grupo”.

YA EMPEZÓ A CORRER

Lucero lleva una rehabilitación de acuerdo a como se había pronosticado. Señala que cada día hace más actividad con el fisioterapeuta y el viernes empezó a correr. “Ya falta menos para empezar a agarrar la pelota; solo falta ponerme bien físicamente porque la fractura ya está casi sellada; obvio, hay que esperar”.

Al guardameta de 32 años le restan cuando menos ocho semanas para ser dado de alta. “Uno trata de estar listo antes, porque la ansiedad es muy grande, pero hay que respetar lo que dicen los doctores”.

No se hace ilusiones todavía de volver a las canchas en este torneo. “Depende de cómo vaya todo, aparte de la confianza que yo tenga, porque es un lugar muy complicado donde fue la fracturas y hay que ir despacio”.