La Arquidiócesis de Puebla anunció que la Catedral abrirá a los fieles la capilla de las Santas Reliquias y la Cripta de los Obispos con motivo de la celebración de Todos los Santos y Fieles Difuntos, así lo declaró el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa.
Como ya es tradición, el 1 de noviembre se exponen en la Catedral de Puebla las reliquias de los santos mártires que se encuentran en la Capilla de las Santas Reliquias, y en los altares de San José y San Miguel, para que los fieles puedan venerarlas, y así admirar las obras de Dios realizada en ellos, aprender de su ejemplo y pedir su intercesión.
En la Capilla de las Santas Reliquias se alojan restos de algunos santos mártires, particularmente en la urna central, de origen filipino. En los bustos de yeso, elaborados en la academia de Bellas Artes, contiene reliquias de los respectivos santos: san Basilio, san Sotero Papa, san Cornelio, santa Catalina de Siena, san Irineo y otros.
El 2 de noviembre, los fieles pueden visitar las Criptas de los Obispos para pedir por el eterno descanso de quienes fueron pastores de la Iglesia en Puebla, además de que monseñor recordó que los fieles que asistan y recen un ave María, el padre nuestro y el credo recibirán indulgencia.
Entre los obispos sepultados en este lugar se encuentran: Fray Julián de Garcés, primer Obispos de Puebla (1527-1524), Don Salvador Bienpica y Sotomayor (1790-1802), y los Arzobispos Don Pedro Vera y Zulia (1924-1944) y los hermanos Don José Ignacio (1945-1950), y don Octaviano Márquez y Toriz (1951-1975) y desde el año pasado, los restos mortales de Rosendo Huesca Pacheco, octavo arzobispo de Puebla.