Alrededor de 2 mil vehículos particulares que están abandonados en el corralón municipal desde hace más de un año serán puestos a la venta luego de su proceso legal de desincorporación, informó Manuel Alonso García, titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPyTM), en entrevista para El Sol de Puebla.
El estudio lo llevarán a cabo dependencias como la Sindicatura, al igual que la Secretaría de Administración, con la finalidad de conocer el estatus de cada unidad que ha sido dejada por diferentes circunstancias, desde un percance o la negativa de pagar el costo de infracciones, explicó.
El artículo 162 BIS del Código Fiscal y Presupuestario para el Municipio de Puebla señala que “causarán abandono todos aquellos bienes, en corralón, que en un periodo determinado no sean reclamados por sus propietarios”. Para el caso de vehículos infraccionados, el dueño tiene un plazo aproximado de tres meses para recogerlo.
La intención es darle salida a los que están en situación de abandono sin que sus dueños hayan tenido algún tipo de acercamiento con la autoridad para buscar un arreglo y recuperarlos.
Manuel Alonso García adelantó el inicio del programa de desincorporación bajo la “figura de abandono”, esperando próximamente que ya esté lista la propuesta final.
“Se está trabajando con sindicatura y con las áreas jurídicas sobre todo de nosotros –de la SSPyTM- para aplicar este esquema que es de abandono, para poder adjudicar estos vehículos al ayuntamiento y ya poderlos subastar”, destacó.
El titular de la SSPyTM dio a conocer que alrededor de 2 mil automóviles podrían entrar en este esquema y son modelos de diferentes marcas y años que están en el corralón municipal, ubicado en Avenida San Felipe en la colonia Rancho Colorado.
Para validar el procedimiento de abandono de vehículo, la Tesorería municipal notificará por escrito al dueño y en caso de no localizarlo, emitirá un acuerdo para que forme parte de la Hacienda Pública del municipio y de esa manera se determiné qué hacer con la propiedad.
Por medio de la Secretaría de Administración municipal se tomará la decisión final de cada automotor dependiendo de sus condiciones físicas y tres serán las alternativas: enajenación –subasta-, donación –particular- y destrucción en caso que esté prácticamente inservible.