No cabe duda de que viajar y conocer nuevos destinos es una forma de expandir nuestra visión del mundo: nos permite conocer otras formas de pensar y de vivir, admirar otros paisajes, vivir experiencias completamente distintas…
Sin embargo, viajar también conlleva una responsabilidad. Desde que elegimos nuestro destino hasta el momento en que abordamos el avión de regreso, cada una de nuestras decisiones tiene un impacto en el entorno, ya sea en la naturaleza o la comunidad.
¿Qué significa ser un turista responsable?
Mucho se ha hablado del turismo responsable, sustentable o ético en los últimos años. Pero esta forma de viajar es mucho más que una tendencia o una moda: se trata de tomar consciencia de una vez por todas de que nuestra forma de viajar tiene una repercusión, y de procurar que esa repercusión sea positiva.
Aquí, algunas claves para ser un viajero responsable.
1. Elige en la medida de lo posible un destino cercano
Sabemos que te mueres por conocer el otro lado del mundo, pero ¡no subestimes los lugares que tienes cerca de casa! México es uno de los países más ricos del mundo en cuanto a cultura y biodiversidad se refiere. ¿Por qué no explorar alguno de sus rincones? Además de apoyar la economía local, reducirás tu huella de carbono al viajar en transporte de tierra y no en avión. También puedes ponerte una meta: viajar en avión una vez al año, y el resto del tiempo, por transporte terrestre.
2. Infórmate sobre tu destino
Nuestro país es hogar de un sinfín de culturas, por lo que el sitio que visites podría tener tradiciones que quizá te resulten poco familiares. Al planear tu viaje no te limites a averiguar cuáles son los puntos turísticos: investiga también sobre las costumbres locales. ¿Se acostumbra dejar propina? ¿Puedes o no tomar fotos en las iglesias? Aunque tengas el “chip” turístico, procura siempre mostrar respeto por el modo de vivir de las personas.
Esto nos lleva al siguiente punto…
3. No fotografíes a las personas sin su consentimiento
Las personas NO forman parte del paisaje. Por más “pintorescas” que te parezcan, evita la tentación de tomarles una fotografía sin asegurarte primero de que estén de acuerdo. Pídeles permiso antes de apretar el botón de la cámara.
4. Consume local
Cuando se trata de planear viajes de lujo o descanso, la primera opción de muchos suele ser reservar en un resort todo incluido. Y es que ahí se tiene todo a la mano: hospedaje cómodo, comidas, bar, spas, tiendas de souvenirs… Si bien es cierto que estos hoteles son una fuente de trabajo para los habitantes, también lo es que la mejor forma de apoyar la economía local es consumir directamente de la comunidad: en un hotel o cabaña familiar, un restaurante local, tiendas de artesanías, etc.
5. Haz compras responsables
Por favor: no fomentes la caza, pesca o tala ilegales. Evita comprar souvenirs hechos con pieles de animales en peligro de extinción, insectos, conchas, corales o maderas de árboles tropicales. Esto incluye también ciertos platillos exóticos, como los huevos de tortuga que se consumen de manera ilegal en algunas partes de Oaxaca.
6. Usa transporte local
Uber es super cómodo, pero, si estás en un destino seguro, prefiere el transporte público. O mejor aún: ¡muévete en bicicleta!
7. No fomentes la crueldad animal
No participes en actividades que son crueles con los animales. Aunque parezca algo inofensivo, tomarte fotos con especies salvajes en exhibición, como monos, guacamayas o serpientes, es ser cómplice de esta crueldad.
8. Deja la naturaleza en paz
¡La naturaleza no es un souvenir! Si viajas a una playa, quizá te resulte tentador meterte una conchita o una estrella de mar en la bolsa. Pero uno de los principios del turismo sustentable es procurar dejar el destino tal cual lo encontraste, o incluso, mejor.