Al llegar enero todos esperamos la venta de rosca de reyes, la cual puede ir rellena de chocolate, nata, matcha, crema pastelera y mucho más.
Esta deliciosa tradición es de mis favoritas porque además de reunirme con toda mi familia, tiene una gran historia, la cual hoy te quiero contar…
La rosca simboliza un pasaje bíblico conocido como Epifanía, el cual va contando la travesía de los Reyes Magos hasta llegar al portal donde se encontraba el niño Dios. La forma ovalada representa el amor infinito que se siente por Dios, aunque otros creen que se debe a la forma circular de las coronas.
Esta tradición no comenzó en México sino en Francia durante la Edad Media, cuando los franceses elegían a un rey para las fiestas ocultando dentro del pan dulce un haba y quien al partir la rosca la encontraba era “coronado” como el rey.
Esta pequeña haba tomo el significado del niño Dios, quien era ocultado por sus padres debido a que el Rey Herodes perseguía a los niños recién nacidos.
Aún no se sabe cuándo fue que los pasteleros comenzaron a colocar dentro de las roscas al niño Dios de porcelana, lo único que sabemos es que quien lo encuentra debe cumplir el dos de febrero con los tamales.
Ahora que conoces esta historia, podrás disfrutar mucho más cada bocado de rosca de reyes y no olvides tragarte las figuritas de porcelana para evitar comprar los tamales de la candelaria.
Fuente: melodijoLola