Mis suegros suelen colocar coronas de guirnaldas en la puerta principal de sus hogares durante toda la temporada navideña. Es una tradición muy arraigada en los Estados Unidos y que se ha extendido en todo el mundo, pero ¿qué significa? ¿de dónde surge? ¿cómo llegó a México?

La corona de guirnaldas en la Edad Antigua

El uso de la corona de guirnaldas proviene de la Antigua Roma y formaba parte de las celebraciones de Año Nuevo. Era el regalo más común en estas festividades; se trataban de arreglos “siempre verdes” a los que llamaban Strenae, en homenaje a Strenia, diosa de la salud. La forma de anillo para los romanos significaba la esperanza de que todo el año reinara salud en el hogar.

Algunos historiadores aseguran que, antes de que la corona fuera usada como un símbolo de buenos deseos, tuvo varios significados más entre los romanos. Representaba autoridad y se usaba para festejar la victoria en las batallas, también era una forma de recordar que, no importaba cuan crudo fuera el invierno, la primavera estaba por llegar. Los romanos prominentes las incluían en sus ceremonias religiosas e incluso las enterraban con sus difuntos como signo de poder en el más allá.

Otro dato, las coronas también se utilizaban para festejar buenas cosechas, sobre todo en el Festival Saturnalia, el más importante del año que se llevaba a cabo durante el solsticio de invierno, y donde se honraba a Saturno, dios de la siembra.

Aunque la corona en la puerta es influencia romana, los antiguos griegos también usaron guirnaldas para adorar a sus dioses y otorgar honores a sus ciudadanos. Las capas de hojas simbolizaban para ellos fuerza y también formaban coronas que otorgaban como premio a los atletas en honor a Apolo. Sin embargo, hay que reconocer que el Imperio Romano se extendió por toda Europa, dominando especialmente Alemania y Gran Bretaña. Con la llegada de cristianismo a Europa, el propósito de la corona también adoptó motivos religiosos y es lo que conocemos en la actualidad.

El significado Cristiano

Para los cristianos, el círculo que no tiene principio ni fin significa el amor eterno entre Dios padre y su hijo Jesús. Las coronas hechas de ramas de hoja verde perenne contenían bayas de acebo y cintas rojas que simbolizaban la sangre de Cristo. La corona se convirtió en un icono de la corona de espinas que Jesús usó durante su crucifixión. Cuando Roma declaró el cristianismo como religión principal del Imperio y el emperador Justiniano hizo de la Navidad la festividad más importante, la corona también adquirió relevancia.

La tradición de la corona ya era muy común en el siglo XV, pero fueron los peregrinos quienes llevaron la ofrenda a los Estados Unidos. Ahí surgió un estilo muy peculiar: cintas de varios colores incluyendo el oro entrelazados con granos y bayas de acebo en guirnaldas de pino grande.  En Inglaterra también surgieron coronas con rosas.

En México, las misiones españolas trajeron las coronas formadas con flores y otra planta llamada Cepillo del Desierto, pero la corona navideña en las puertas que hoy conocemos es influencia estadounidense. Como sea, la corona es uno de los símbolos más usados en temporada navideña. Existe otra corona, la de Adviento, muy similar, con velas y  que se usa al centro de las mesas, pero de ella te hablaré en otra ocasión.

Fuente: melodijolola