¿Qué tendrá el verano que nos anima a querer ser mejores tipos, más sanos… y más guapos? Pero siempre sucede lo mismo. El otoño y el invierno nos atrapan y nos cuesta modificar esas rutinas que nos hacen estar más cansados y descuidarnos también físicamente. Así nos plantamos en el verano siguiente y seguimos hechos un cuadro. Los meses estivales son ideales para modificar esos hábitos, pero lo ideal es mantenerlos durante todo el año.
Si te encuentras en ese momento, tenemos la solución para ti: ocho pequeños cambios que te ayudarán a estar más guapo y más sano en solo un mes, recogidos en el portal 'Business Insider' pero reinterpretados por nosotros. Recuerda que esto no es mágico: no es que en cuatro semanas vayas a convertirte en Chris Hemsworth, sino que habrás desarrollado las claves necesarias para empezar a ser ese hombre que quieres llegar a ser.
1. Duerme entre siete y ocho horas
Es tal vez lo más importante de todo: si no descansas lo suficiente, petarlo durante el resto del día será imposible. Es la eterna duda: ¿cuántas horas debemos dormir? Según expertos como Daniel Gartenberg, el hábito ideal de sueño consiste en dormir siete horas. Pero eso no quiere decir que puedas acostarte a las doce y levantarte a las siete, sino que debes suplir el tiempo que tardas en conciliar el sueño (y en actualizar tu Twitter una última vez). Lo recomendable es que estés en la cama un mínimo de ocho horas. Así que ya sabes: métete entre las sábanas un rato antes de lo habitual.
2. Muévete desde que suena el despertador
Más consejos de los que saben de esto. Si eres de esos a los que les cuesta un mundo levantarse por la mañana, debes ponerte en pie y empezar a moverte en cuanto suena el despertador. Nada de un sueñecito de quince minutos más ni un café descansado antes de salir para la oficina. Prepara todo lo necesario antes de acostarte para que así puedas marcharte enseguida. Recuerda además que todo ejercicio es bueno: ve andado de casa al metro y del metro al trabajo y anímate a subir las escaleras en lugar de coger el ascensor. Mantendrás esa energía durante el resto del día.
3. Encuentra tu deporte preferido
Es una de tus asignaturas pendientes. Cuando sales de la oficina estás demasiado cansado para acercarte al gimnasio, y eso de hacer ejercicio en las primeras horas del día te parece un suplicio. Vamos, que el deporte no es lo tuyo, pero aún así te gustaría tener un hobby que te ayudara a sentirte mejor y a cultivar tu cuerpo. Pues bien, Juanjo Rodríguez, entrenador de cabecera de GQ, lo tiene claro: busca una afición deportiva con amigos, o incluso en un club de gente nueva, para que te cueste menos ponerte en marcha, y aprovecha también las actividades al aire libre. El organismo te pedirá más.
4. Come menos sal y más fibra
Sabemos que este cambio es uno de los más difíciles, sobre todo cuando estás obligado a comer en el trabajo o en horarios letales. ¿Cómo podemos comenzar a modificar ese hábito? En 'Business Insider' señalan que es importante reducir los snacks salados y los platos a base de grasas procesadas, y sustituirlos por verdura y fruta. Así que ya sabes, nada de una bolsa de patatas de la máquina, llévate un plátano. Otro remedio natural es la fibra: mantén la presión arterial a raya y siéntente más enérgico.
5. Bebe más agua a lo largo del día
Un consejo que debes tener en mente durante todo el año, no solo en verano. Es lógico por qué beber agua regularmente a lo largo del día es beneficioso, ¿verdad? Te ayuda a depurar impurezas, es buena para tu piel y además es una estrategia clave para perder peso. Según un estudio científico de 2016, realizado entre 18.000 personas en Estados Unidos, las personas que beben mucha agua ingieren menos calorías y presentan un nivel menor de colesterol. Otro truco de especialistas: beber agua 30 minutos antes de cada comida puede ayudarte a perder más de dos kilos en tres meses.
6. Cuídate también por fuera
Mantente hidratado por dentro, pero también por fuera. La rutina cotidiana nos hace caer en otro vicio, el de regatearle tiempo a nuestros cuidados cosméticos, y no queremos que eso se convierta en una costumbre. El primer y más importante hábito que debemos tener en cuenta es el de usar crema hidratante diariamente (por la mañana y por la noche) y un exfoliante previo al menos una vez a la semana, para eliminar las impurezas antes de proteger la piel. Recuerda también que estamos en pleno verano, así que el extra de protección social es imprescindible, no solo cuando vayas a la playa. En el segundo caso, aplícate también el aftersun posterior.
7. Prueba la meditación (y la siesta)
Son dos tendencias que cada vez tienen más presencia en el día a día de los adictos al bienestar y al mindfulness, sobre todo la última, la más sorprendente. Los frenéticos ritmos de vida nos impiden descansar lo suficiente, y eso puede generar a la larga graves problemas de salud, por lo que hay que encontrar otros momentos del día para hacerlo. La meditación ya es una afición habitual para reducir los niveles de estrés y ansiedad, y la siesta es el complemento ideal a esas ocho horas que no puedes dormir por la noche. De hecho, en Estados Unidos ya hay cafés en los que puedes echar una cabezada.
8. Reserva tiempo para ti y los tuyos
Te lo estás preguntado, lo sabemos. "¿Cuándo saco tiempo para mí?". Todos los consejos anteriores son innecesarios si no nos permiten dedicarnos a lo que de verdad nos gusta, y a nuestros familiares, amigos y pareja. Eso también es clave para desconectar de las obligaciones y eliminar el estrés. Los expertos afirman que es muy útil crear una rutina personal para el final de cada jornada, que nos permitirá descansar mejor. Por ejemplo, antes de ir a la cama, ve tu serie preferida, lee el libro que tienes a medias o incluso escribe y reflexiona sobre lo que te ha pasado en el día. Además, apuntan que no hay secreto para la longevidad como cuidar las relaciones con los que queremos.
Fuente: GQ